Redacción – La historia de la joven promesa morada, Anderson Juárez, es digna de admirar, debido que desde muy temprana le ha tocado hacer grandes esfuerzos para cumplir su anhelo de jugar en el Monstruo.
Anderson es originario de San Buenaventura, Abangares, Guanacaste, donde le dio sus primeras patadas a un balón y se enamoró del deporte rey.
Juárez siempre ha contado con el respaldo de su familia, que vivieron al máximo el ansiado debut de uno de sus mayores orgullosos, que saltó a la cancha con el número 36 en su espalda.
Pero llegar hasta ahí no ha sido fácil, debido que el jugador tuvo que dejar el pueblo costeño de Abangares a la edad de 15 años, con el fin de ir en busca de su sueño.
A pesar de la distancia sus seres queridos siempre han estado al pendiente. Aunque, los que nunca lo han dejado solo son sus padres, aunque eso sí, su madre Lisseth Matarrita ha sido un pilar fundamental.
Desde consejos diarios hasta visitas inesperadas a su hijo, han sido parte de lo hecho por su mamá, que demuestra que el amor por su retoño no conoce límites.
Su andanza en la cantera morada no ha sido nada sencilla, debido que le ha tocado batallar contra viento y marea, con el fin de llenar el ojo de los entrenadores que lo han dirigido.
Pero gracias a su calidad dentro de la cancha lo consiguió. Su talento convenció al Paté, que lo vio en una practica del alto rendimiento y en la semana lo llamó al primer equipo.
Paté confió en el talento de Anderson. (Foto: Hamilton Ramírez).
Al conocer que estaría con las figuras del Monstruo, Juárez se entregó al máximo en cada practica con el fin de entrar en la lista de convocados para el juego ante Grecia.
El pasado viernes recibió la gran noticia, que lo llenó de mucha ilusión. Inclusive, Michael Barrantes y Mariano Torres, se acercaron a él, con el fin de aconsejarlo y respaldar al joven.
Barrantes marcó al jugador con la siguiente frase: «Juegue tranquilo y sencillo, para que disfrute su debut», esas palabras llenaron de motivación al abangareño.
En 58 minutos de tiempo corrido, el delantero ingresó a la cancha para reemplazar a Suhander Zúñiga. Anderson se vio motivado y feliz por debutar en nada más y nada menos que en el Estadio Nacional.
Con tan solo 18 años debutó en el club más grande del país y en una conversación con AMPrensa.com le agredeció al Paté por toda la confianza brindada.
«En la semana Paté me dijo que trabajara con todo y por dicha me dio el chance de jugar mis primeros minutos con el equipo que soy aficionado desde pequeño.
Este debut es dedicado a todos mis familiares, en especial a mis papás, que me han llamado muy contentos del debut. Sin dudas eso me motiva más para seguir soñando.
San Buenaventura y Colorado, son lugares que quiero mucho, la gente siempre me ha apoyado y de verdad, les agradezco cada palabra de aliento, sepan que lo daré todo siempre».
Foto: Stid López.
Anderson sueña en grande en su carrera deportiva y dentro de cinco años se ve jugando en Europa, por lo que continuará luchando en el Saprissa para hacerse un nombre.
Sin dudas, que el joven nunca olvidará su debut, debido que el Monstruo perdió 0-2 ante Municipal Grecia, que vio como Jorge Alejandro El Tanque Castro se destapó con un doblete.
