Redacción- La industria alimentaria costarricense enciende las alarmas en contra de Proyecto de Ley 21.163 convocado por el gobierno.
Este busca incrementar las potestades del Instituto del Café de Costa Rica (ICAFE) para limitar, imponer requisitos y controles excesivos, en los procesos de abastecimiento de la materia prima más importante que utilizan los tostadores y torrefactores del grano.
“Nunca es momento para imponer barreras a la producción industrial. La libertad para el abastecimiento de materias primas que requiere la industria alimentaria es vital para sostener la competitividad, por lo que CACIA solicita el auxilio de los legisladores, para que no se impongan más barreras al proceso de abastecimiento de sus insumos”, acotó Maurizio Musmanni, Presidente de los industriales de alimentos.
Según la industria nacional tostadora de café, actualmente, el abastecimiento de materia prima internacional puede llegar a representar hasta un 50% de las necesidades de consumo.
Por tanto, de entorpecerse esa libertad que necesita cualquier tipo de industria, se generará un fuerte golpe a su competitividad y un escenario de ajuste de precio al consumidor final que podría llegar a ser de un 20%.
José Manuel Hernando, Presidente de la Cámara Nacional de Tostadores de Café, indicó que “siempre hemos preferido abastecernos de materia prima en el país; no obstante, ya es muy difícil lograrlo pues la producción nacional del grano, está cada vez menos disponible y es de las más caras del mundo. Pagar solamente los altos precios de la producción nacional del grano, no es viable para ofrecer alternativas al consumidor y competir con todas las opciones que el mercado abierto hoy genera, ni tampoco para la sostenibilidad económica de nuestra industria procesadora, ni es pagable por la gran mayoría de los consumidores nacionales”.
“Actualmente ingresa al país café tostado en otros orígenes fabricado por gigantes mundiales de la industria, que producen en condiciones más favorables. De perder la competitividad, nuestra industria tendría que pensar en producir en otro país, llevándose el empleo y el valor agregado afuera, con el costo social que esto puede implicar”, agregó Hernando.
Insiste en que otros países que compiten fuertemente en los mercados internacionales del grano, realizan importaciones de diferentes tipos de café utilizado como materia prima industrial, para así no afectar la competitividad de su industria tostadora nacional ni al consumidor final.
Actualmente el consumidor costarricense exige un café de buena calidad, que sea económicamente accesible para los diferentes grupos sociales, con mucha innovación, que ofrezca diversidad y novedosas experiencias de consumo.
Con el proyecto de ley 21.163 que acaba de convocar el gobierno, se otorgan poderes especiales a ICAFE, que encarecerían los procesos y agregarían costos injustificados para la industria y los consumidores, provocando que la actividad se vuelva insostenible.