• Guardacostas tuvo que pedir ayuda de una lancha más pequeña
  • A los perritos se los estaba llevando la corriente

Redacción – Vecinos de la zona y oficiales del Servicio Nacional de Guardacostas rescataron a cinco cachorritos que fueron arrojados al mar por un insensible.

De acuerdo con el reporte policial, la tarde del lunes los guardacostas estaban cerca del sector conocido como La Cuadra, dentro del Golfo Dulce, observaron una lancha donde el operador arrojó una caja con los perritos.

Posterior al atroz acto, este se dio a la fuga a gran velocidad. 

Los oficiales observaron que una caja había quedado en la orilla con tres perritos, mientras que otros dos habían caído al agua y se encontraban a la deriva, pues las corrientes los estaban arrastrando con dirección hacia la isla de Puntarenitas.

«Dado que la GC-110-1 es un barco de gran tamaño, los guardacostas emplearon una lancha más pequeña, la interceptora GC-32-2, para que los animalitos fueron subidos a bordo de inmediato antes de que se ahogaran o fueran presa de un animal marino», dice el comunicado del Ministerio de Seguridad Pública (MSP).

 

Aún faltaban los perritos de la caja, por lo que los guardacostas necesitaban una lancha aún más pequeña para acercarse a tierra.

Dado lo anterior, pidieron ayuda de la embarcación Lola I del Centro Turístico Playa Cacao.

De manera inmediata, y muy gentilmente, el operador de la Lola I llevó a los guardacostas hasta donde estaba la caja con los restantes tres perritos, los cuales habían logrado salir y estaban tratando de adentrarse en la vegetación y escapar del peligro del agua.

Final feliz

Lo positivo de esta noticia es que, al llegar al muelle principal, los rescatistas se toparon con la sorpresa de que varias personas querían adoptar a los perritos.

Una joven se dejó a un cachorro y un oficial adoptó a otro.

Con la ayuda de la organización no gubernamental Zapa Zona Sur, los tres perros que quedaron fueron llevados este martes por los guardacostas hasta la Veterinaria Don Orlando, ubicada en el distrito de Río Claro, donde fueron examinados y luego dados en adopción a vecinos de la comunidad.