Inicio COVID-19 Impuesto a bebidas alcohólicas salvaría a Costa Rica de desempleo por pandemia

Impuesto a bebidas alcohólicas salvaría a Costa Rica de desempleo por pandemia

Experto en economía analiza situación actual del sector turismo

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(Fotografía: fines ilustrativos).
  • Estas son otras propuestas

Redacción- Un economista de la Universidad Nacional propone crear un impuesto a las bebidas alcohólicas, para reducir el impacto del desempleo por el Covid-19.

Se trata de Marco Otoya, director del programa Docente del Centro Internacional de Política Económica de la Universidad Nacional (Cinpe-UNA).

Según estimaciones del mismo especialista, 8 de cada 10 trabajadores del sector turismo quedarán desempleados durante al menos tres meses.

Señala que es un sector que genera alrededor de 156.500 empleos directos y 313.000 indirectos en el país.

«Si tomamos como referencias el promedio de visitación de los meses de enero y febrero del 2020, esto significa un estimado de 350 000 turistas que no visitarán nuestro país cada mes.

 Incluso cuando las restricciones a la movilidad de las personas sean eliminadas, probablemente la visitación disminuya de forma significativa», indicó Otoya.

Además de esto, Otoya propone utilizar el superávit del ICT de 14 millones de colones, para crear un subsidio al sector turismos.

Este está pensado para que vaya dirigido a ayudar a pequeños y medianos empresarios.

Por otro lado, crear una estrategia publicitaria para incentivar tanto al turismo internacional como nacional.

La idea es que participen aquellas empresas que se dediquen al turismo ecológico o ecoturismo, así como las que realicen viajes de un día.

Además, Otoya propone, establecer tarifas diferenciadas a los nacionales acordes con la capacidad adquisitiva del costarricense.


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La Comisión Latinoamericana para América Latina y el Caribe (Cepal) señaló que la pandemia tendrá un grave impacto sobre la economía mundial.

Ese impacto sería aún mayor que el de la crisis financiera global de 2008-2009.

Se prevé que exista una contracción de -1,8% del producto interno bruto regional, lo que puede elevar la tasa de desempleo hasta en 10 puntos porcentuales.

Esto, a su vez, generará un aumento en los niveles de pobreza y pobreza extrema.

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