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(Opinión) Covid-19 ¿Qué podemos esperar?

Artículo de opinión

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Minor Araya Salguero

Criminólogo – Exjefe OIJ


Al 22 de marzo – hasta las 14:00 horas – de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) en cuanto al COVID-19, Costa Rica tenía 117 confirmados (casos) y 2 muertes. Por otro lado, México por confirmados tenia 251 y 2 muertes.

Como ustedes bien lo saben, en materia de restricciones de movimiento a su población, el país azteca ha hecho una gran apuesta, una que en lo personal, espero le ofrezca muy buen resultado – como hasta el momento – ya que «quédese en su casa» en todo su amplio sentido simplemente, quiebra cualquier economía.

México, al parecer, apostó a tiempo y fuerte por la prevención, por el control aeroportuario de personas que provenían de países infectados, obligando exclusivamente a estos al aislamiento sanitario obligatorio. Ese país del norte, no quiere interrumpir su economía; no ha cerrado sus fronteras y ha tratado de no influir pánico a su gente.

Ellos, según la Conferencia Nocturna de Emergencia del Gobierno de México (marzo 22), trabajan siguiendo un modelo matemático, uno que se basa en los hechos y realidad percibida, tanto como procesada científicamente. ¡Claro que es muy importante! Creo que muchos costarricenses queremos saber cuántos nos vamos a infectar y cuántos nos podríamos morir, por esta pandemia en Costa Rica.

Pues los mexicanos, oigase bien, están asumiendo una Tasa de Ataque del 0.02% a su población; el doble de la estipulada por China (0.01%).

De lo anterior se desprende lo siguiente: El 0.02% de la población mexicana va a ser atacada por ese virus: De 129 200 000 mexicanos, unos 25 840 serán probablemente atacados.

De lo anterior se deriva una regla, la del 80-15-5, es decir, de esas 25 840 personas que – en buena teoría – serán atacadas, unas 20 672 (el 80%) tendrán síntomas leves – no requerirían hospitalización – unas 3 876 (el 15%) tendrán síntomas graves – requerirán hospitalización – y, unas 1292 (el 5%) tendrán problemas más graves al punto de requerir de respirador mecánico.

Tal cual apunta el medio mexicano El Chapucero Network, lo anterior no quiere decir que las cifras lleguen a ser menores, tal vez lleguen a superar la expectativa; no obstante, se da a conocer responsablemente, por las autoridades, ese modelo matemático sobre el cual basan su estrategia de pelea. Hugo López Gatel (máximo responsable de salud) incluso señala la cifra de 400, como aquella optimista y, hasta 2000 como cifra pesimista estimada de posibles decesos.

Indudablemente, México ha tratado y trata de no paralizar su economía mientras lucha contra esta peste; su gestión ha tratado de informar sin causar pánico siguiendo un muy singular azimut. ¿Una gran y atrevida apuesta? Yo creo que sí y espero que la ganen; una economía mal herida, podría ser una terrible enfermedad para cualquier nación.

México ha sido motivo de atención mundial debido a su estrategia de Gerencia de Crisis pero, es que hay mucho razonamiento detrás de esta (estrategia). Mientras el brote de esta enfermedad en la ciudad china de Wuhan fue notificado por primera vez el 31 de diciembre de 2019 y para el 21 de enero de 2020 la OMS ya emitía los primeros datos del virus, México, para el 18 de enero, ya emitía una alerta epidemiológica para su pueblo, uno por cierto, con aproximadamente 52 millones de pobres (CONEVAL).

¡Prevención! Según la OMS, México «fue el primero en poner a punto una prueba de detección para el coronavirus y eso es premisa básica para disminuir la velocidad de dispersión de la pandemia (…) fue el primer país en implementar el algoritmo para el diagnóstico completo». En efecto, los mexicanos «no se anduvieron por las ramas» actuaron primero, desarrollando y aplicando el que llaman Estudio de Contactos y claro, les ha servido.

Y ahora me pregunto, ¿En qué estábamos nosotros, los costarricenses, pensando en enero, febrero y, hasta el 6 de marzo, fecha en la que se detecta el primer caso en nuestro suelo…?

Fue hasta el 8 de marzo que, ante el aumento de casos confirmados  el Ministerio de Salud y la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias determinaron la necesidad de elevar a Amarillauna alerta por COVID-19 y no fue hasta el 16 de marzo, que «mediante el Decreto Ejecutivo número 42227-MP-S se declaró estado de emergencia nacional en todo el territorio de la República de Costa Rica» (La Nación)

Por otro lado, ¿tendrán nuestras autoridades, como parte de su base estratégica de lucha, un modelo matemático similar al supra indicado, en donde, se conciba esa regla derivada de una Tasa de Ataque…? ¿Se maneja esto en Costa Rica? Y, si así es, ¿Por qué lo desconocemos?

¿Qué números tendría Costa Rica, de copiar los mexicanos…? Por qué no, visualicemos «especulando» estos: Con una población de 5 022 000 (DatosMacro) y una misma Tasa de Ataque de 0.02% obtenemos 1 004 personas atacadas, de estas, 803 sufrirían síntomas leves, 151 sufrirían síntomas graves y, 50 personas sufrirían síntomas muy, pero muy graves. Estas últimas cifras, si son antojadizas, sin ningún fundamento científico.

En fin, si bien fui un claro especulador en el párrafo anterior, en este soy muy optimista, sé que tenemos gente muy capaz y sobre todo, valiente en las filas que conforman las varias instituciones públicas costarricenses y quizá esa lamentable cifra actual de fallecidos (2), nunca llegue a sumar.

A Costa Rica nada la quiebra, menos algo cuyo diámetro aparenta no superar los 200 nanómetros y si bien, nadie puede decir cómo terminará esto para cualquier país; pueda que termine muy bien para aquellos que comenzaron mal y viceversa pero, de momento, tal y como bien lo han señalado las autoridades de la OMS, la prevención y proactividad, han rendido buenos réditos a algunas naciones en esta terrible lucha.

Al día 25 de marzo (19:00 horas) Costa Rica, según la OMS alcanza 201 casos confirmados con 2 muertes y México, 478 confirmados con 5 muertes, respectivamente. ¡Que al final de la jornada no se nos olvide y aprendamos de cualquier buena lección derivada de esta crisis sanitaria!

Y por supuesto ¡Que la cura, no sea peor que la enfermedad! ¡Cuidado! a enfrentar esta pandemia con determinación, sin miedo pero con responsabilidad ya que la miseria y la criminalidad – por citar dos aspectos de muchos que afectan a una sociedad – no perdonan, estos son como una bacteria, se acomodan, mutan, atacan y hasta matan…

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