Redacción. Reducir el impacto del Covid-19 en el déficit fiscal que sería del 2% del Producto Interno Bruto es el compromiso que asumió el presidente de la República, Carlos Alvarado.
«Nuestra meta es lograr reducir ese impacto para devolver al país a la ruta de saneamiento fiscal que había emprendido antes de la pandemia. Esta también es una forma de proteger a la nación de una crisis, pero de tipo económica», destacó.
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El mandatario dijo que antes de la pandemia, el país estaba bien en materia fiscal, a marzo de 2020, se logró el déficit fiscal primario más bajo de los últimos diez años, al ubicarse en solo 0,12% del Producto Interno Bruto (PIB).
Esto fue producto de una reducción en el gasto corriente sin intereses, que también alcanzó el nivel más bajo en diez años y de una importante mejora en la recaudación tributaria, con 17,02% más respecto al mismo período de 2019.
Es decir, teníamos más ingresos sanos, menor gasto corriente pues el gobierno se socó la faja y, en consecuencia, un déficit primario mucho menor, reflejando los positivos resultados de la Ley de Fortalecimiento Fiscal y el cumplimiento de mi compromiso por sanear las finanzas públicas y proteger al país.
La política monetaria fue deliberadamente contracíclica, lo cual permitió una fuerte baja en las tasas de interés que se pagan por los préstamos durante el segundo semestre del año pasado y lo que va de este año.