- Discusión sobre monto efectivo de reducción del gasto público no debe impedir su aprobación, señalan
Redacción- La Cámara de Industrias de Costa Rica se pronunció a favor de la pronta aprobación del Presupuesto Extraordinario presentado a la Asamblea Legislativa.
Para la CICR, este presupuesto extraordinario incorpora una reducción de gastos, sin contar la disminución por pago de intereses, por más de 275 mil millones de colones, que es un paso en la dirección correcta.
Además, en estos meses de pandemia se han aprobado leyes que le brindan créditos e ingresos al Gobierno Central de apoyo presupuestario y para cubrir nuevos gastos generados por la atención de la emergencia, por ejemplo, financiamiento para el Bono Proteger y recursos para la CCSS.
Debido a que precisamente se incorporan nuevos gastos al presupuesto nacional, asociados a dichos recursos, la reducción neta en el gasto total presupuestado asciende a 195 mil millones, como bien lo estableció la Contralora General de la República en su comparecencia a la Comisión de Asuntos Hacendarios el jueves 16 de julio.
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Enrique Egloff, presidente de los industriales, señaló que es urgente la aprobación de este presupuesto extraordinario para que dichos recursos se puedan aplicar a la atención de la emergencia, en especial para apoyar a las familias que se han visto afectadas por la pérdida de empleo e ingresos, además de apoyar a la CCSS en este momento crítico.
“Si bien la reducción de gasto pudo haber sido mayor, existe una reducción de gasto que es significativamente mayor a la inicialmente planteada en el Presupuesto Extraordinario anterior, que fue rechazado por la Asamblea Legislativa, por lo que consideramos que esa discusión no debería retrasar o poner en peligro la aprobación de este presupuesto extraordinario”, agregó Egloff.
Los industriales señalaron que es muy probable que la actividad económica vaya a caer en un porcentaje mucho mayor al 3,6% del PIB que estimó el BCCR como efecto de la evolución de las últimas semanas de la pandemia, así como por las medidas que se han seguido tomando en el país (del martillo y el baile) y los efectos a nivel internacional en producción y comercio. Esa contracción mayor de la actividad económica se traducirá, a su vez, en una mayor caída de los ingresos tributarios y posiblemente mayores demandas de gastos para atender la pandemia.
En ese sentido es fundamental que el Gobierno continué los esfuerzos por reducir el gasto y que en un nuevo presupuesto extraordinario se incorporen reducciones adicionales en el gasto público.
