Redacción- Ganaderos se oponen rotundamente a nuevos impuestos del Gobierno.
El sector ganadero manifiesta que la propuesta del Gobierno para acordar un financiamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) pretende imponer nuevos impuestos al pueblo costarricense, sin lograr suficientes recortes en el gasto público.
La Ley de Fortalecimiento a las Finanzas Públicas, creó todo un marco legal, quede utilizarse debidamente, brinda al Gobierno los instrumentos legales para ejecutar recortes en el sector público, el cual consume una gran parte del presupuesto nacional, pero al día de hoy los cambios no llegan, y más bien el gasto público se incrementa.
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«El sector productivo al cual representamos, especialmente el conformado por pequeños y medianos productores, al día de hoy apenas subsisten y no están en capacidad de soportar más impuestos.
Cómo pretenden golpear a los sectores productivos con nuevas cargas tributarias, cuando un día sí y otro también, se denuncian negocios y contrataciones ruinosas, -algunas incluso alejadas del bloque de legalidad-, provenientes de instituciones como el Instituto Costarricense de Electricidad, Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados, Caja Costarricense del Seguro Social, Bancos Nacional y de Costa Rica, e incluso de la misma Casa Presidencial», dice la Corporación Ganadera.
El grupo resalta que en la medida en que sigan viendo contrataciones de alquileres por montos millonarios, algunos subutilizados, viajes, gastos en publicidad, pensiones de lujo, asesores por doquier y jerarcas con salarios superiores a los $20.000,00, es inaceptable pretender imponer al pueblo costarricense nuevos impuestos.
«Las medidas impositivas que pretenden ejecutar, van en contra de la reactivación económica, oprimen a la empresa privada, limitan la generación de nuevos puestos de trabajo; constituyen un evidente retroceso en materia económica y desestimulan el consumo por los ciudadanos», dice la agrupación.
La Corporativa Ganadera resalta que crear un tributo para todas las transacciones bancarias, es improcedente, abusivo y cercena los esfuerzos realizados por las instituciones para bancarizar a la población, y lograr mejorar la trazabilidad sobre las transacciones, siendo sin duda un golpe fuerte en la economía de los hogares costarricenses, que a duras penas logran acceder al pago de servicios públicos y una canasta básica limitada.
