• Organización criminal operaba en la zona norte del país
  • Mayoría de migrantes que traficaba la banda eran nicaragüenses y cubanos

Redacción- Con la detención de 10 personas, la Policía Profesional de Migración consiguió la desarticulación de una banda dedicada al tráfico ilícito de migrantes.

Fue en un operativo con ayuda de la Policía de Fronteras y bajo la dirección funcional de la Fiscalía Adjunta Contra la Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes que se lograron las capturas.

Tras tres allanamientos y varias detenciones en vía pública, fue que las autoridades lograron desmantelar el grupo.

A esas 10 personas que fueron detenidas, se les suman otras cuatro que ya habían sido capturadas y vinculadas a la organización en lo que va del año.

Los detenidos son de apellidos:

  • Gómez
  • Gómez Obregón
  • García Aguilar
  • Torres Gutiérrez
  • Mungrillo Córdoba
  • López Ruiz
  • López Rodríguez
  • Bolaños Flores
  • Acevedo Herrera
  • Arriola López

Contra el grupo, la investigación inició en marzo de 2020 y gracias a ella se demostró que este grupo criminal era liderado por tres de los detenidos.

Los detenidos dividían los sectores de la zona para las actividades ilícitas: por Las Tablillas y Upala, García Aguilar, alias Ajillo o Pata, y el sector de la Trocha un sujeto de apellido Gómez y su hijo Gómez Obregón.

Según Migración, los miembros del grupo «actuaban conjuntamente, bajo una clara distribución de funciones, con el objetivo de ingresar, alojar, ocultar y transportar a las personas objeto del delito utilizando diferentes medios de transporte».

De acuerdo con la investigación, la organización cobraba sumas a los migrantes que iban desde los 100 hasta los 200 dólares por persona.

Trascendió que el grupo movilizaba a los migrantes por distintas rutas de ingreso y egreso al territorio costarricense, como la Trocha, Las Tablillas o la zona del Delirio en Upala.

Las personas migrantes iniciaban su recorrido con la organización desde Managua, Rivas, Colón y Cárdenas, y desde esta última localidad, eran alojados y ocultados para ser movilizados en autobús hacia Colón. Desde allí, miembros de la agrupación los esperaban para ingresarlos a Costa Rica por puestos no habilitados, evadiendo los controles policiales.

Reportes de Migración indican que la mayoría de migrantes que adquirían los servicios del grupo eran nicaragüenses y luego cubanos.

Durante la investigación se logró detectar un total de 51 personas migrantes que fueron traficados por la red criminal.

Los ahora imputados fueron trasladados hasta el Juzgado Penal de Los Chiles para el trámite correspondiente.