- Cubero pensó que no podría volver a las canchas
Redacción- Cubero fue parte de los jugadores que lograron acabar con la sequía de títulos en La Liga viviendo en carne propia la mala racha que los acompañaba desde hace varios torneos por lo que invitó a la afición a celebrar la estrella obtenida.
José Miguel Cubero ha sabido ganarse el apoyo de los aficionados manudos por su entrega y compromiso con la camiseta de los rojinegros.
Sin embargo, ha vivido episodios llenos de dolor y tristeza pues ha sufrido lamentables lesiones que lo han alejado de las canchas, por lo que decidió dedicarle cada minuto en el terreno de juego a Jesucristo.
Motivo que lo llevó a abandonar su reconocido dorsal número 8, para portar en su espalda el número 33 en honor a la edad en la Jesús murió y resucitó.
«Hubo un momento en el que pensé que no iba a volver a jugar, la gente que estaba a mi alrededor sabe lo que pasó y quería dedicarle si se daba el campeonato.
Es la edad en que murió Jesucristo y se llevó todos nuestros pecados, nuestras cosas malas y por eso lo cambié. Seguiré jugando con este número mientras él me dé la oportunidad de seguir».
Además se refirió al apoyo de la afición que no los ha dejado solos y agradeció al gran grupo de trabajo que conforma al equipo alajuelense.
«A veces hay que tener paciencia en esto del fútbol, cuando llegue a La Liga les prometí de parte mía que iba a dar todo lo posible para salir campeón, yo sé que no es solo cosa mia es del grupo en general.
Que disfruten ya teníamos siete años de no salir campeones, veníamos trabajando poco a poco y Dios es bueno con las personas que se esfuerzan y trabajan de buena forma».
De esta manera, el volante expresó los malos ratos que ha vivido a causa de las lesiones sufridas, por lo que agradece de gran manera volver a celebrar un título nacional.
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José Miguel Cubero escribió su nombre en letras doradas dentro del club rojinegro, siendo parte de los jugadores que logró romper la sequía de títulos al alcanzar la estrella 30 en el futbol nacional.