Redacción-En su afán por lograr, junto a otras instituciones, cero niñas y niños quemados por pólvora en esta temporada de fin y principio de año, la Fuerza Pública evitó que 20.520 unidades de material pirotécnico de alta capacidad destructiva ingresara al interior del país por la frontera norte.

Los cumplimientos tuvieron en la frontera norte durante controles de carreteras efectuados para combatir toda clase de delitos transfronterizos, como lo es el narcotráfico, el contrabando de todo tipo de mercancías y el tráfico de personas.

El mayor de los cargamentos fue decomisado en el distrito de Yolillal de Upala, donde los oficiales recibieron una denuncia ciudadana acerca de un contrabando de pólvora que se estaba dando en ese momento.

De inmediato, varios oficiales que se encontraban patrullando esa localidad, como parte del Operativo Diciembre Seguro, se dieron a la tarea de localizar el vehículo sospechoso.

Tras darle la voz de alto, las autoridades localizaron dos sacos que contenían 17.000 unidades de triquitraques y bombetas conocidas como confites, todo lo cual presuntamente fue introducido de contrabando desde Nicaragua.

Tras solicitar la dirección funcional de la Fiscalía local, un costarricense de apellido Guillén, quien era el conductor del auto, fue aprehendido y remitido a la orden de la Fiscalía de Flagrancia de San Carlos.

Posteriormente, durante otro operativo efectuado por la Fuerza Pública en el sector fronterizo conocido como La Trocha, en el cantón de Los Chiles, un segundo vehículo fue detectado, el cual era conducido por un costarricense apellidado Rodríguez.

Tras efectuar una revisión del auto, los oficiales detectaron varios paquetes que contenían 3.520 unidades de triquitraques, mercancía que también habría sido introducida desde el vecino país al margen de toda regulación sanitaria, fiscal y de seguridad.

Es por ello que el fiscal de turno también ordenó la aprehensión del conductor y remitirlo a la orden de la Fiscalía de Flagrancia de San Carlos, donde podría ser procesado por infringir la Ley de Armas y Explosivos al igual que el otro conductor detenido en Upala.

Según dicha Ley, ambos se exponen a penas de hasta siete años de prisión por contrabandear pólvora.