- Mediante un convenio con empresa privada
Redacción- La Municipalidad de Cartago impulsa un modelo de mejoramiento de su gestión que le permita garantizar inversión de recursos municipales con probidad, además de evitar despilfarro y corrupción.
Además, trabaja en establecer un código de ética y mecanismos de denuncias internas y externas con el fin de resguardar las finanzas del gobierno local.
«Esta es una propuesta vanguardista en combate a la corrupción, transparencia y rendición de cuentas; queremos blindar a la Municipalidad contra cualquier forma de corrupción, para ello hemos firmado un convenio con un bufete prestigioso de este país, aplicando una serie de normas de cumplimientos aplicadas en la OCDE y utilizadas en Europa y son propias para combatir la corrupción, establece un código de ética riguroso, mecanismos de denuncia interna y externa; así como canales para asegurar el cumplimiento y deber de probidad, con el fin de garantizar a los cartagineses que cada colón será utilizado con transparencia y honestidad y que no vamos a permitir ninguna forma de corrupción en la institución», resaltó el alcalde de Cartago, Mario Redondo Poveda.
El convenio se presentó este pasado martes ante el Concejo Municipal de Cartago, entre el gobierno local y un bufete de abogados que serán parte del Equipo de Apoyo.
«El proyecto es un ambicioso y urgente programa anticorrupción que tiene como fundamento el cambio en la cultura ética de los funcionarios municipales al involucrarlos a todos, escucharlos y hacerlos parte de las medias tomadas se reduce el riesgo de corrupción institucional significativamente.
Nos encontramos colaborando en el establecimiento de políticas y controles internos, de todos los procesos, que guíen a la Municipalidad hacia una relación transparente, ética e íntegra con los administrados cartagineses», dijo Ewald Acuña, abogado integrante del equipo de Apoyo.
El convenio tiene como objetivo, crear un modelo de cumplimiento que permita a la Municipalidad conocer sus debilidades.
Además, obtener una mejor gestión de recursos, contención del gasto y la creación de un programa de ética pública que le acerque a los administrados en una relación de transparencia y responsabilidad política.