- Viene a suelo nacional ante falta de oportunidades en su comunidad
Redacción- Desde hace 18 años, Gil Moreno Palacios, indígena Ngöbe-Buglé de Panamá, viaja desde su país para unirse a la recolección de café de Tarrazú en la zona de Los Santos.
En búsqueda de una oportunidad laboral para lograr reunir una cantidad importante de dinero que le permita mantener a su familia, Gil no se pierde ni una sola cosecha.
Cada año, Morenos y su familia tardan cuatro días en llegar a suelo nacional, específicamente a la zona de Los Santos, donde han encontrado una fuente de sustento que les permite satisfacer sus necesidades materiales.
«Allá no tenemos cómo hacer plata, nosotros trabajamos, sembramos maíz, arroz, todo eso, pero no hay plata como aquí.
Por eso nosotros venimos aquí porque con eso comemos y nos sirve para comprar ropa, botas, todo», expresó Morenos.
En un día, Gil puede hacer 10 cajuelas de café y su familia una cantidad parecida, por lo que al final del día pueden recoger entre todos 30 o 40 canastos.
Para Moreno, una de las ventajas de venir a trabajar a Costa Rica, además del dinero que logra reunir, está en el buen trato que recibe de parte de su patrono, quien es parte de los 5 mil cafetaleros asociados a Coopetarrazú.
«El patrón es muy bueno por eso vengo todos los años. Él me trata muy bien, me deja hacer los cortes y me dice que tengo que hacer y yo lo hago como él dice, por
eso viajo todos los años», comentó Morenos.
Carlos Gutierrez Camacho, cafetalero asociado a Coopetarrazú y jefe de Gil, asegura que la ayuda que este y demás trabajadores extranjeros brindan es esencial para sacar adelante sus cosechas.
“La experiencia con estos muchachos ha sido excelente porque ellos son excelentes personas, demasiado humildes, muy serviciales y muy ordenados”, expresó Gutierrez.
Y es que los extranjeros que llegan a Costa Rica a sumarse a la recolección de café representan cerca del 60% de la mano de obra requerida, un porcentaje importante que permite sacar a flote cada cosecha.
En su llegada al país para sumarse a la recolección de café en Coopetarrazú, los extranjeros se topan con óptimas condiciones para laborar, gracias a la ardua labor de quienes trabajan en la cooperativa y a la ayuda que brinda la Unión Europea (UE).
La UE da apoyo económico para la remodelación de las llamadas Casas de la Alegría de Coopetarrazú, espacios donde se educa y cuida a hijos e hijas de recolectores mientras estos laboran en los cafetales.
El apoyo de la UE llega al país por medio de Cooperativas de las Américas. Esta cuenta con 25 años de historia en Costa Rica, es una entidad comprometida con la responsabilidad social, laboral, económica y medioambiental de las cooperativas; de ahí, su interés de formar parte de este proyecto.