- Centro educativo tiene sus cuentas en cero ante atraso de deposito a junta de educación
Redacción- El curso lectivo 2021 arrancó este lunes 8 de febrero en todo el país, eso sí, bajo distintas y duras realidades.
Tal es el caso de la Escuela unidocente Finca Siete, ubicada en Palmar de Puntarenas, donde el curso arrancó sin contar con los suficientes recursos económicos, sin un lavatorio y con cuatro estudiantes ausentes, quienes por falta de dinero no llegaron a clases al justificar grandes limitaciones para comprar uniformes y útiles escolares.
Esa es la cruda realidad de ese centro, pero en donde gracias al trabajo arduo de Vinicio Coto Sequeira, a cargo de nueve estudiantes como docente, además de cumplir la función de director, sacó adelante toda la planificación necesaria para lograr el retorno de sus estudiantes a las aulas este 2021.
«Es una zona muy golpeada económicamente y eso afecta de forma negativa. Yo les dije que por los uniformes no se preocuparan y que por los útiles tampoco, porque no se están necesitando en estos momentos», contó Coto a AM Prensa.
Estudiantes sin electricidad en sus hogares, algunos con la necesidad de pedir agua porque en sus casas de habitación no hay, estas son algunas realidades a las que este docente debe hacer frente en medio del regreso a las aulas bajo una modalidad 100% presencial, pues la virtualidad es imposible de implementar.
«La infraestructura está muy mala, hay problemas de agua, pero si llega, sí se puede trabajar, hay suficiente para lavarse las manos», comentó Coto a AM Prensa.
La junta de educación del centro educativo no ha recibido el depósito de dinero correspondiente por parte del MEP, el cual se requiere para comprar insumos de higiene, entre otros implementos.
Coto visualizó un atraso en el pago, como ha sucedido en años anteriores, por lo que en el 2020 se compraron los insumos de higiene con el sobrante de dinero depositado para gastos del curso lectivo 2020.
Sin embargo, deberá tomar dinero de su bolsillo para comprar un lavatorio, ya que el año pasado la escuela fue víctima del hampa.
La «ventaja» es que afuera del centro educativo hay «una pila» en donde este lunes los alumnos se lavaron sus manos antes de ingresar a la institución.
Otro centro educativo unidocente, Finca Doce en la Regional Grande Térraba, reabrió sus puertas este lunes.
Pese a no presentar problemas a nivel sanitario, la planificación logística no fue nada sencilla, máxime que esta recae en una única persona.
«Personalmente ha sido un poco cansado debemos reconocerlo, pero reitero la importancia de señalar el esfuerzo que no sólo esta servidora está haciendo sino todos mis compañeros alrededor del país dando lo mejor de sí para sacar adelante el proyecto educativo», expresó Karla Mena Corea, unidocente de esa escuela, a AM Prensa.
En este centro de estudio el curso lectivo arrancó bajo la modalidad presencial y a distancia, pues las posibilidades así lo permiten.
En ambos centros, los estudiantes cumplieron con los protocolos y se mostraron felices de regresar a clases, eso sí, bajo distintas realidades.