- El 16 de marzo de 2020 también cerraron fronteras con Panamá y Nicaragua
- Habían 41 casos confirmados en total en ese momento
Redacción – El 16 de marzo de hace un año, había un panorama era muy diferente. Tanto así que, desde el Ministerio de Educación Pública (MEP), anunciaron la suspensión de clases en centros educativos públicos y privados del país y los compradores tenían sin papel higiénico a los supermercados.
¿Recuerda cuando los comercios tuvieron que poner límite a la cantidad de productos de un tipo que podía comprar una persona?
«Enlatados: máximo 3 por cliente», decían los letreros en las grandes cadenas de supermercado.
También había poco alcohol en gel y líquido. Las mascarillas y caretas no eran de uso obligatorio, pero habían pocas unidades a lo largo y ancho del país. Quienes las vendían, cobraban hasta ₡8 mil por un cubrebocas, o hasta más…
Hoy hace un año también se cerraron las fronteras con Nicaragua y Panamá. Solo podían ingresar costarricenses y residentes. Esa medida se mantiene, pero las fronteras aéreas están abiertas.
Y es que esas compras desmedidas de papel higiénico y otros productos básicos -como arroz y frijoles-, provocaron que cada vez más personas repitieran el comportamiento.
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Para esa fecha, Costa Rica registraba tan solo 41 casos positivos de Covid-19 en total y no se había reportado ningún fallecimiento asociado al virus del SARS-CoV-2 que ya había matado a miles alrededor del mundo.
Aunado a lo anterior, hace un año aplaudíamos a los trabajadores que atienden en la primera línea del Covid-19.
¿Por qué comprábamos tanto papel higiénico?
Para el 17 de marzo de 2020, AMPrensa.com publicó una nota que explicaba las posibles razones por las cuales los ciudadanos compraban papel higiénico en grandes cantidades.
Expertos en psicología del consumidor señalaron al medio internacional BBC Mundo que el comportamiento es «obviamente irracional», y un claro ejemplo de una mentalidad de rebaño impulsada por las redes sociales y la cobertura de noticias.
Cuando aparecen imágenes de estantes vacíos, la gente siente temor y necesidad de actuar, aunque no se sepa bien qué hacer.
«Lo que se debe recordar es que cuando desaparecen 50 paquetes de rollos de papel higiénico de los estantes, realmente se nota porque ocupan mucho espacio», dice la profesora Debra Grace, de la Universidad Griffith en Australia.
El síndrome de FOMO (del inglés Fear Of Missing Out, o temor a perderse algo), es lo que se ve en muchas personas en crisis como el Covid-19, explicó entonces la profesora Nitika Garg, de la Universidad de Nueva Gales del Sur.
«Se piensa que si una persona está comprándolo (papel higiénico), si mi vecino lo está comprando, tiene que haber una razón y yo también tengo que involucrarme», dijo a la BBC.
Un año después…
Para el 16 de marzo de 2021, un año exacto después desde que se cancelaron las clases de forma total, los estudiantes vuelven a las aulas.
Aunque no todos asistan presencialmente a los centros educativos, muchas instituciones tienen la modalidad combinada, donde asisten también virtualmente.
Esto permite que haya menos alumnos en las instituciones y, así, garantizar un mayor distanciamiento social.
Por otro lado, las mascarillas son obligatorias y se consiguen a precios muy cómodos y de todo tipo, desde desechables hasta reutilizables. Las caretas pasaron a ser opcionales y un complemento para la mascarilla.
La incertidumbre de aquel entonces hizo que ciudadanos del mundo entero sintieran miedo y ansiedad por lo que podía pasar, pues se desconocían muchos detalles que hoy ya son de conocimiento público.
Además, América solo tenía referencias de países europeos que estaban siendo gravemente azotados por el coronavirus.
No se tenía fecha para una vacuna, los casos aumentaban poco a poco en el país y empezó otra pesadilla: la crisis económica.
Despidos, cierres de empresas y comercios, inmuebles sin alquilarse, vuelos cancelados, reducción de jornadas, suspensión de contratos laborales, restaurantes cerrados, estricta restricción vehicular sanitaria y muchas otras medidas que estaban golpeando fuertemente a todos los sectores económicos del país.
Ahora… Costa Rica vive un escenario alentador en números.
Aunque ya suman 209.093 casos confirmados en total, 241 hospitalizados y 2862 fallecidos, el panorama es esperanzador.
Si bien confirman entre 300 y 600 casos por día, la curva se ha ido aplanando considerablemente. Se llegó a un tope y, de forma inesperada, empezaron a bajar las muertes y casos diarios.
¿Usted cómo vivió la pandemia hace un año?