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#EnLaMira MSP: ¿Aprende o no de sus experiencias; de sus aciertos y errores?

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Minor Araya Salguero

Criminólogo – Exjefe OIJ – Especialista SWAT


La Cruz, Guanacaste. La madrugada de ese viernes 24 de marzo de 2017, el veterano oficial de la Fuerza Pública, Alfredo Canales Guzmán, 57, pierde su vida. 

Don Alfredo, cuya incuestionable honestidad y valentía había entregado al Ministerio de Seguridad Pública (MSP) desde 1982, es brutalmente atropellado, también, mientras participa en un Puesto Policial de Control de Carretera (PC); es decir, en lo que algunos, aún, mal llaman retén 

De acuerdo con el diario La Nación, el «Chofer ignora solicitud de alto de un policía, lo atropella y lo mata. Según dijo el conductor en el sitio, no vio al policía y lo atropelló accidentalmente, indicó Carlos Hidalgo, vocero del Ministerio de Seguridad Pública (MSP)» 

«accidentalmente» Con mayor preocupación, nos debería llamar la atención aquella conformación y ajustes de control, que pudiera haber tenido ese PC; uno probablemente defectuoso a tal punto que, pudo haber sido esa indeseable plataforma desde la cual se promueve la que debe ser, necesariamente, una inolvidable tragedia.  

Una gran pérdida para la familia de aquel buen y experimentado policía, para la institución que servía y claro, para nuestro país; uno que demanda probidad y valor en los agentes de policía.  

Lo interesante, es que aquel digno servidor público no era el primero en caer mortalmente por un atropello vehicular. El periodista Gustavo Fallas M, hace muy bien en presionar, indagar y no dejarse engañar a efecto de dar a conocer que, al menos desde 1999, muchos otros policías han compartido el mismo destino que el oficial Canales: 

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«De acuerdo con el Ministerio de Seguridad, desde 1999 a la fecha (Marzo 24, 2017) han fallecido 36 miembros de la Fuerza Pública en atropellos, mientras desempeñaban sus funciones policiales.» – La Nación  

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Indudablemente, muchos han sido los casos en los que, un decidido y obediente policía de campo, ha sido un fácil objetivo a derribar y destruir mientras obedece órdenes superiores que sugieren «control de carreteras». Algunos ejemplos: 

 

Enero 8, 2013. Cariari de Pococí, Limón: «Director de la Fuerza Pública confirma que policías en Limón mueren producto del atropello» (Telenoticias). Un pick up Toyota Tacoma, por supuesto, no vio en la motocicleta policial, mayor obstáculo para seguir su criminal camino. 

Los cuerpos de los agentes quedaron a escasos metros de la motocicleta. Sus cascos lucían muy deteriorados tras el atropello sufrido. ¿Qué se puede esperar de dos asaltantes…? Acaso ¿»inocencia premeditada», «compasión con dolo» u «obediencia en primer grado»? 

Estoy totalmente de acuerdo con usted, respetable lector, violencia y maldad, entre otros aspectos. Y la policía, en buena teoría, debería también, tener muy claro que no trata, precisamente con «gente de aureola».  

Y, para variar, «la expresidenta Laura Chinchilla, manifestó anoche por medio de la red social Twitter: “Libramos una lucha exitosa frente a la criminalidad que en sus estertores se vuelve más violenta” (La Nación). ¿Exitosa…? No lo creo. En fin, son políticos y, a no ser que enfrenten a un buen periodista, el discurso populista nunca llega a ser cuestionado y expuesto al desnudo. 

Julio 1, 2013. Limón: «los oficiales de la Fuerza Pública de Limón se encontraba haciendo un retén policial y fue cuando observaron a los ocupantes de un automóvil color gris, quienes presuntamente se percataron de nuestra presencia y decidieron arrojar una bolsa negra, la que aparentemente contiene una carga aun no determinada de droga. Al abordarlos, los policías dan la voz de «ALTO POLICÍA» por lo cual uno de ellos se bajo del auto, mientras que el otro supuestamente por intentar darse a la fuga atropelló a uno de los compañeros policías» (Ministerio de Seguridad Pública) 

Diciembre 16, 2016. Dulce Nombre, Cartago: «Oficial de Fuerza Pública fue atropellado dos veces en reten» (CRHoy). Cuesta creerlo, pero así fue.  

Otro determinado oficial, de apellido Guerrero, trabaja dentro de la que se esta apreciando como, una muy cuestionada configuración de otro PC de la Fuerza Pública en donde, desafortunadamente es embestido; no obstante, se recupera y participa en el seguimiento del conductor el cual, a sólo 200 metros se detiene y prepara para ingresar a la cochera de una vivienda… 

«Los oficiales se ubicaron frente a la vivienda para evitar que el carro ingresara, pero el sujeto de nuevo aceleró el automóvil y volvió a atropellar a oficial Guerrero» (MSP). El sospechoso logra ingresar a la vivienda en cuestión; en otras palabras, logra su objetivo. 

¡Un nivel de coraje envidiable del oficial Guerrero! Pero ¿Habrá aprendido el MSP de tan singular e importante experiencia policial, o no? Espero equivocarme pero, no lo creo. «Que tirada, y sin tiros» – dirán algunos – 

Enero 6, 2017. Sardinal de Carrillo, Guanacaste: «Conductor ebrio atropella a tres policías al tratar de evadir retén policial» (La Nación). 

Septiembre 22, 2017. Los Guido, Desamparados: «Esta mañana, oficiales de La Fuerza Pública mantuvieron acciones en diversos puntos del distrito Los Guido, del cantón de Desamparados, para dar con dos delincuentes que atropellaron a un oficial que realizaba un retén en la vía principal.» (BS Noticias). 

Abril 6, 2020. La Roxana, Pococí: «Un chofer fue detenido este lunes, tras atropellar a dos oficiales de la Fuerza Pública para evadir un retén de la restricción sanitaria.» (AMPrensa). 

Así es, perceptiva lectora, a la fecha, el problema persiste, lo que nos hace, una vez más, preguntar: ¿Aprende o no de sus experiencias, aciertos y errores, el MSP…? Cito el siguiente y último caso; uno que objetivamente ha promovido muchas dudas en algunos amigos de nuestras fuerzas policiales: 

El pasado Abril 8, 2021. en Boca Arenal, San Carlos «Mientras trabajaba en un control de carreteras, el policía fue atropellado por una motocicleta cuyo conductor se dio a la fuga a pie.» (AMPrensa). Otro servidor del orden público, caído mientras se desempeña en un PC; recuerde, más aún si usted es servidor la Ley y el Orden: Puesto Policial de Control de Carretera. 

Ahora bien ¿Porqué logra fugarse el autor de los hechos…? Buena pregunta ¿o no…? ¿Usted que cree…?  

Personalmente considero lo siguiente:  

1.- A diferencia de lo que algunos policías creen, el criminal no es del todo, estúpido. Algunas de estas personas pueden tener una muy rápida y efectiva relación, para con la capacidad de raciocinio. Ellos calculan… 

2.- Algunos son cobardes desde las cuatro esquinas, otros no… 

Los hay de diferentes tipos: desde los que esperan a las madres con sus bebés y así asaltar a ambos, con «valentía y determinación antisocial» para luego, llorar y defecar al sentir la bota policial sobre ellos; no obstante, otros criminales teniendo un mismo modus operandi pueden, también con determinación, enfrentar a la policía con el uso de la fuerza y la violencia.  

Así es, un criminal al volante, dispuesto a todo y, con capacidad de raciocinio, calcula. Y ¿Qué calcula…? Muy rápidamente «hace números» a las posibilidades de evadir, de huir, de pasar por encima y finalmente vencer los niveles de control que posee el dispositivo táctico que la policía ha dispuesto en la carretera.  

Por supuesto, si el resultado de ese cálculo de probabilidades apoya su fuerte deseo, lo hace; pasa por encima de quien sea, sin importar si ese «quien sea» tiene o no una placa. PC’s incorrectamente estructurados, son como ratoneras defectuosas; no sirven más que para perder el tiempo y peor aún, autolesionarse. 

Por otro lado, si el dispositivo (PC) está correctamente establecido y sobre todo, administrado, los elementos disuasivos y de control planteados por la estrategia, la táctica y la técnica policial, enviaran un mensaje general e inequívoco: Usted está tratando con profesionales en policía, coopere y no comprometerá su libertad y, hasta su salud. 

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«Sierra, no sé si he leído todos sus artículos, pero he leído muchos y, si algo tengo que reconocerle, es que usted con sus mensajes, solo busca el bienestar, el fortalecimiento del desempeño del policía de la calle» – G 

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G, es un experto en materia de investigación de fraudes, actualmente un digno juez de la República con quién, en noviembre 2020, tuve la gran oportunidad de compartir.  

Ciertamente, con anterioridad he tratado de ofrecer lo que he considerado, el mejor consejo no solo para el policía de campo del MSP, también a la que respeto, a su cadena de mando. Con respecto a la materia acá bajo cuestión, mas recientemente, en el diario digital AMPrensa se han publicado los siguientes títulos: 

1.- Agosto 4, 2020. «Fuerza Pública: ¿y dónde está la Asesoría Legal del MSP?» 

2.- Julio 2, 2020. «Persecución: los siete balazos de Pavas» 

3.- Septiembre 12, 2019. «Fuerza Pública: ¿Por qué se cuestiona su desempeño?» 

En estos, únicamente he llamado a la profunda reflexión, al más sincero deseo por evitar el daño mayor: policías despedidos y, en el peor de los casos, policías caídos por estar haciendo lo que creen correcto, cuando en realidad quizá, no lo sea.  

Sería entendible que alguien, leyendo este artículo dude del que considero, un prudente consejo (Revisar y corregir – si es que así procede – Procedimientos de Operación Normal) de un policía judicial jubilado, uno que no se considera con el monopolio de la verdad. Razón por la cual cito el discurso (en torno a este caso de abril 8, 2021) del Licenciado Mainor Anchía Angulo: 

«¿Se van a seguir dejando?  

En estos años de luchas por la dignificación de la función policial, hemos procurado darles las herramientas necesarias para la defensa de sus derechos laborales, pero no podemos hacerlo todo. Claramente hemos explicado que para establecer un control vehicular en carretera, además de la noticia criminis, se requiere del recurso humano y móvil que permita efectividad, seguridad y capacidad de respuesta, NUNCA, entiéndase, nunca dos oficiales deben hacer un control de carreteras. No siempre aplica el deber de obediencia, el primer anillo de seguridad es el propio, el de ustedes. Por otro lado, mandos mediocres son los que exponen indebidamente a su personal.». 

El licenciado Anchía fue, por años, no solo un distinguido miembro de la Fuerza Pública; también uno que abierta y francamente, ha dado y sigue dando desde la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP), una fuerte lucha por los derechos laborales de sus compañeros uniformados. Hoy, no demuestra estar equivocado con sus observaciones y consejos.  

Cuando digo algo, es por algo; las personas que realmente me conocen, lo saben. Al buen entendedor, con pocas palabras.  

Ahora bien, por un lado, espero que el oficial se pueda recuperar y que hayan logrado detener al temerario sospechoso y por otro, que mi amigo, el Ministro de Seguridad Pública, Michael Soto Rojas, tome este contenido como lo que, objetivamente es:  

La máxima de una buena pero, informada intención por causar mejora operativa policial, una (intención) que puede ser imperfecta; no obstante, totalmente ajena a un hecho que pueda, injusta y desproporcionadamente, catalogarse como «habla mal del Ministerio de Seguridad Pública».  

Que, entre mejor equipadoentrenado y motivado este el distinguido personal del MSP, mejor será su desempeño en el campo, más satisfecha estará la esperanzada población a la cual sirve y por supuesto, mejor catalogada será su gestión, señor Ministro. ¡No se debe temer a la crítica responsable, esta se debe aprovechar y agradecer! 

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«Que la institución policial registre adecuadamente sus experiencias y aprenda de sus aciertos y errores en el tiempo, no le avergüenza; al contrario, le dignifica, le hace profesional, le hace más fuerte y con mayor credibilidad»  

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Dedicado, con mucho respeto y admiración, a las familias de los oficiales de la Fuerza Pública, funcionarios públicos que, demostrando su gran valía en las operaciones de campo, cayeron con honor, en el cumplimiento del deber por su país. 

*Criminologo – Exjefe del OIJ  

1 COMENTARIO

  1. Mi hermano, los dioses del olimpo sentados en sus confortables sillones, no aprenden ni dejan a los mortales aprender. Desearía que los golpeara un rayo y les acomodara el seso; además, que les quitara esa aura autoinflada de superioridad y omnisciencia, y que en su recién adquirida humildad permitieran a quienes sí saben, compartir sus conocimientos con quienes más los necesitan: los policías que se juegan, literalmente, el pellejo en las calles 24/7 mientras los del olimpo se reparten y cuelgan las medallitas como si de cromos se tratara. Por eso es que mueren y resultan heridos policías que no tenían por qué serlo, si la camarilla de comisionados y comisarios actuara de manera responsable y profesional. Pero para eso se necesita ser policía de corazón y con experiencia de calle; asi que roguemos al cielo por ese rayo.

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