Redacción. Los habitantes de Gaza recobraron el pulso vital y salieron en masa a las calles, luego de permanecer 11 días ocultos bajo los bombardeos, según informó El País.
Numerosas vías estaban sembradas de escombros de los edificios arrasados o dañados por los ataques de la aviación israelí.
En la primera jornada de calma tras la entrada en vigor de un alto al fuego de la primera madrugada muchos peregrinaron hacia el comercial distrito de Rimal de la capital del enclave, escenario de destrucción en cadena de altas torres de oficinas y viviendas, que se ha convertido en símbolo de la escalada bélica más intensa y mortífera entre Hamás e Israel desde la guerra de 2014.
Las autoridades de la Franja contabilizaron 16.800 viviendas dañadas en la ofensiva israelí, de las que 1.800 se consideran inhabitables y un millar quedaron completamente arrasadas durante las hostilidades.
Decenas de miles de civiles se realojados en escuelas y centros de la UNRWA, la agencia para los refugiados palestinos de Naciones Unidas.
Los costes de la reconstrucción de las infraestructuras, alojamientos y negocios se estiman en decenas de millones de euros.
Entre los restos de los edificios desmoronados y aplastados por las bombas, igual que si se hubiese producido un terremoto, surgían de tanto en tanto entoldados que las familias con víctimas erigen para recibir el pésame de allegados y vecinos.
