- Uno de los periodistas más queridos del país cuenta la lucha que ha librado luego de que le detectaran un tumor que cambió su forma de ver la vida.
Por Josué Rojas Sanabria
Gerardo Zamora llevaba una vida llena de éxitos profesionales, rodeado del amor de sus seres queridos. Es un periodista orgulloso de su profesión y de las metas alcanzadas. Sin embargo, todo este mundo de alegría se vio afectado después de caminar por un túnel oscuro.
Un tumor se alojó detrás de su ojo derecho y empezó a afectar algunos órganos internos. El diagnóstico que recibió fue devastador.
En medio de la abrumadora noticia, había una luz de esperanza, pues en apariencia la masa era benigna. Sin embargo, eso no podía confirmarse hasta que se realizara una cirugía de siete horas y se hiciera una biopsia a ese tejido retirado.
Eran tiempos angustiantes para el periodista. “¿Y si aquí se acaba todo?”, pensaba.
Zamora bajó a un abismo profundo que nunca imaginó llegar a vivir.
El exreportero de Telenoticias empezó a realizarse preguntas existenciales.
“¿Qué pasará ahora? ¿Y mi esposa y mis hijos? ¿Cómo será el más allá?”, se preguntaba.
Zamora, oriundo de Heredia y fiel seguidor del Club Sport Herediano, se sometió a una primera cirugía de un proceso que llegaría a acumular tres operaciones más.
Después de esa primera intervención quirúrgica tuvo un despertar descrito como algo “precioso, maravilloso, donde se sintió millonario y agradecido con Dios”.
Una nueva oportunidad
Luego de la etapa de recuperación, su salud está muy bien y sin ningún dolor. Los efectos de las cirugías fueron favorables y no hay ninguna incomodidad. Zamora ha visto la luz en medio del túnel.
Su esposa, Ginnes Rodríguez -también periodista-, ha sido su fiel compañera y su máximo apoyo en todo este duro proceso. Ella se convirtió en su ángel de la guarda y nunca lo ha dejado solo en este desafío que la vida le puso en el camino.
“Ella es una fuente inspiradora. Uno necesita motores, fuentes de estímulo, cosas que te cacheteen y te digan que vas a vivir, que vas a tener una vida hermosa. Ginnes decía que tenía que luchar y tener fe en esta dura prueba por el amor que nos tenemos”, explicó Zamora.
A sus 44 años agradece más a Dios por todas las bendiciones que recibe a pesar de la dura prueba.
“Uno de los grandes tesoros que me llevo de todo este proceso que he vivido es que confirmo que tenemos un Dios misericordioso que nos ama incondicionalmente sobre todas las cosas”, comentó.
Sus primeros pasos
La infancia del comunicador transcurrió en un barrio que se llama Fátima, en Heredia. Eran los años 80 y Zamora pasaba los veranos jugando mejengas en calles de piedras y caminos de lastre.
La infancia de Gerardo Zamora es un recuerdo imposible de olvidar. Fue una época llena de emociones. Él evoca los juegos tradicionales que practicaba con sus amigos: las bolinchas, el escondido y las visitas a los ríos.
No puede olvidar la primera vez que su padre lo llevó al estadio Eladio Rosabal Cordero. Era un niño y sintió una espinita por las cámaras de televisión y los cables que llegaban hasta la cancha del estadio.
Algo mágico pasó ese día. Se consolidó un sueño profundo en aquel joven. Era una incertidumbre saber cómo las personas de las provincias de Cartago, Puntarenas y Limón podían ver lo que sucedía en el estadio.
¿Cómo es posible que cables y cámaras instaladas puedan transmitir la señal en vivo a tantas partes del país? Ese fue el primer clic y aquel niño soñó con algún día ser periodista.
En su adolescencia se concentró en sus estudios colegiales. Con esfuerzo y perseverancia logró mantener un alto rendimiento académico y obtuvo su anhelado título de bachillerato.
Todas estas experiencias de infancia y adolescencia hicieron soñar a este humilde herediano con inscribirse a la Universidad de Costa Rica (UCR).
Allí estudió cuando tenía 18 años y en la Escuela de Comunicación emprendió su sueño de ser periodista.
Cursando su tercer año de carrera periodística, Gerardo Zamora llevaba su curso de práctica dirigida y recibió la oportunidad de realizar una pasantía profesional en Canal 4, cuando le pertenecía a la familia Vargas.
Era un noticiero conocido con el nombre de NC4, dirigido por Ignacio Santos y Pilar Cisneros. Ambos aceptaron a Zamora como practicante.
Esta fue la primera puerta en la vida del comunicador, una oportunidad única y especial que decidió aprovechar.
Luego Gerardo Zamora formó parte del equipo de Telenoticias por 17 años. Desempeñó labores en el programa de 7 Días y en Telenoticias.
La voz de Zamora quedó en el corazón de los televidentes costarricenses, quienes todavía la recuerdan.
Lejos de las cámaras y las luces, hoy Zamora se desempeña como periodista en la Oficina de Comunicación de la Universidad Nacional (UNA), donde labora generando productos y servicios que logren satisfacer las necesidades e intereses del público general y de la prensa.
Sus pilares
El amor de su familia está sobre todas las cosas: Ginnes su esposa, su hijo Marcelo y su hija Luciana han sido su motor e impulso de vida durante todo este proceso.
Gerardo aprendió a quitar el pie del acelerador y vivir más el día a día, no olvidando disfrutar una tacita de café, de ver ese buen documental o una película.
“El vivir cada día me permite estar más tranquilo y vivir el momento de hoy venciendo cualquier desafío, por más grande que sea lo que la vida nos pueda poner en el camino”, comentó.
Su familia es clave para seguir adelante en ese camino por un túnel que todavía no llega a su fin, pero que él camina con esperanza y con una sonrisa.
*Esta nota es parte del convenio con Digitus CR, el laboratorio de innovación y producción de la Facultad de Periodismo y Comunicación de la Universidad Federada San Judas Tadeo.