La Sabana ahora tiene más flora y fauna para que ticos disfruten. Foto: Proyecto Una Nueva Sabana
  • Plantaron más de 5 mil árboles
  • Proyecto es el resultado de una exitosa alianza público-privada

Redacción – Tras 13 años de intenso voluntariado y mucho trabajo, el proyecto «Una Nueva Sabana» llega a su fin para recibir más domingos en familia, deportistas, juegos al aire libre, picnics y miles de historias de los costarricenses.

Un espacio recreativo que todos los ciudadanos conocen, pero con más flora y fauna para mejorar las experiencias.

El primer «manos a la obra» fue en el 2008 y, hasta la fecha, se han realizado 54 jornadas de voluntariado, donde se logró:

  • Sustituir 3.262 árboles enfermos o no nativos
  • 5.071 nuevos árboles plantados, de más de 235 especies nativas diferentes, 18 de ellas en peligro de extinción
  • Más de 140 especies de aves registradas

Esto es parte de la coordinación entre el Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (ICODER) y Scotiabank. Ambas anunciaron la conclusión del proyecto con el objetivo de recuperar la seguridad y funcionalidad ecológica de este pulmón josefino.

«En Scotiabank nos sentimos muy orgullosos con el trabajo realizado en estos 13 años. El apoyo de entidades públicas, empresas, ONG’s y civiles ha sido fundamental para el éxito de este proyecto. Hoy concluimos esta iniciativa con la satisfacción de haber cumplido con el 100% de las metas establecidas», señaló la gerente de Comunicaciones y Responsabilidad Social de Scotiabank, Rocío Zamora.

Más de 4 mil voluntarios se unieron al proyecto. Foto: Una Nueva Sabana

Fue en el 2008 cuando el Estudio Técnico de Rearborización del Parque Metropolitano La Sabana evidenció las necesidades de recuperación forestal.

La investigación demostró que tenían que sustituir más de 3.200 árboles que se encontraban sobremaduros, enfermos por diversos hongos y bacterias, o muertos, lo cual representaba un riesgo para las demás especies de árboles y para las personas usuarias del parque.


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Aunado a lo anterior, se propuso plantar 5 mil nuevos árboles de especies nativas para recuperar la funcionalidad ecológica del parque.

Rearborización se logró gracias a ONG’s, voluntarios, empresas privadas e instituciones públicas. Foto: Una Nueva Sabana

Para lograrlo, participaron 4.695 voluntarios y 93 organizaciones que permitieron culminar esta meta.

«Hoy, La Sabana es un espacio seguro, gracias a que se eliminó el riesgo de caída de ramas de árboles muertos o enfermos; además, es un espacio rico en biodiversidad, aspectos fundamentales para cumplir con el rol educativo, cultural, recreativo y deportivo del parque. Desde el ICODER queremos agradecer a Scotiabank por este extraordinario proyecto y a cada persona que trabajó para que Una Nueva Sabana sea una realidad», indicó la vocera de la Unidad de Planificación de ICODER, Vivian Ortega.

Este proyecto es el resultado de una alianza público-privada muy exitosa, en la cual también participó el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC), el Ministerio de Justicia y Paz, la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) y Preserve Planet. 

Para más información, puede acceder a la memoria del proyecto Una Nueva Sabana haciendo click AQUÍ.