• El Alzheimer es el trastorno de demencia más común en el mundo. La Primera Conferencia Ministerial de la OMS sobre la Acción Mundial contra la Demencia en 2015 estimó que casi 50 millones de personas la padecen a nivel mundial.

Dra. Carolina Gavorskis Souto. Especialista en Neurología Pediátrica y Docente de la Escuela Medicina de la Universidad San Judas Tadeo

Setiembre ha sido el mes de la prevención de la enfermedad de Alzheimer y para conocer un poco más sobre esta enfermedad, la doctora Carolina Gavorskis Souto hace un recorrido en Digitus CR para conocer qué es este trastorno, cuáles son sus síntomas y cómo podemos prevenirlo.

¿Qué es la enfermedad de Alzheimer?

Es un trastorno neurológico progresivo que causa problemas con la memoria, pensamiento, conducta y habilidades sociales, afectando la capacidad de una persona para vivir de forma independiente.

Es la causa más común de demencia. Los síntomas generalmente se desarrollan lentamente y empeoran con el tiempo, hasta que son tan graves que interfieren con las tareas cotidianas.

¿Se conoce la causa de la enfermedad de Alzheimer?

Aún se desconoce la causa que origina la enfermedad de Alzheimer. Se especula que sea debido una combinación de factores genéticos, de estilo de vida y ambientales. Se ha demostrado que en el cerebro de estos pacientes se produce el depósito en forma de placas de una proteína llamada beta-amiloide y que se pueden originar masas desorganizadas de proteínas fibrilares en el interior de las neuronas, lo que provoca una atrofia macroscópica de las áreas afectadas del encéfalo, especialmente el lóbulo temporal, área importante para la memoria.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

La edad: es el principal factor de riesgo conocido para la enfermedad de Alzheimer. La mayoría de las personas que la padecen tiene 65 años o más.

Los antecedentes familiares: tener un hermano, padre, madre u otro familiar cercano aumenta el riego de padecer la enfermedad. Aumenta el riesgo si más de un miembro de la familia padece la enfermedad.

Genética: existen varios genes que están involucrados en el Alzheimer; genes de riesgo y genes deterministas.

Latinos y afroamericanos: los latinos son una vez y media más propensos a padecer del Alzheimer y otras formas de demencia. Los afroamericanos tienen casi el doble de probabilidades de desarrollar la enfermedad.

Otros factores de riesgos planteados por algunos científicos incluyen enfermedades cerebrovasculares y traumatismos craneales severos que incluyan perdida de la conciencia o que sean repetitivos.

Las personas con deterioro cognitivo leve presentan un riesgo significativo de padecer demencia. Cuando el déficit primario del deterioro cognitivo leve es la memoria, el paciente tiene más probabilidades de padecer demencia causada por la enfermedad de Alzheimer.

El consumo excesivo de alcohol está vinculado a un mayor riesgo de demencia, en particular a la demencia de aparición temprana.

Los patrones de sueño deficientes, como el insomnio, están asociados a un mayor riesgo de presentar la enfermedad de Alzheimer.

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de Alzheimer? 

Las primeras manifestaciones son sutiles, siendo problemas relacionados con la memoria o la concentración. A continuación se describen algunos síntomas comunes en una fase inicial de la enfermedad:

  • Dificultad para recordar palabras o sucesos recientes
  • Dificultad para  retener información nueva
  • Problemas relacionados con el lenguaje
  • Mayor desafío para realizar tareas en entornos sociales
  • Repetir afirmaciones y preguntas una y otra vez
  • Relatar historias ya previamente conversadas
  • Olvidar textos que acaba de leer
  • Perder o poner fuera de lugar objetos
  • Dificultad de concentración y de razonamiento.
  • Complicaciones a la hora de llevar a cabo tareas complejas
  • Desorientación espacial y temporal
  • Confusión
  • Incapacidad de reconocimiento

Según progresa la enfermedad, se incrementan los problemas cognitivos y se desarrollan cambios en el ánimo y comportamiento, presentando: irritabilidad, delirio, alucinaciones, desconfianza, apatía, agresividad, depresión, ansiedad. En una fase intermedia de la enfermedad son frecuentes los siguientes síntomas:

  • Pérdida de la memoria de su historia personal, dirección, número telefónico, identificación, nombres de familiares.
  • Problemas para identificar objetos con las palabras correctas, expresar pensamientos o participar en conversaciones.
  • Pueden confundirse y desconocer que día es o dónde están.
  • Presentar cambios en los patrones de sueño.
  • Cambios de humor, carácter alterado o ser introvertido en respuesta a situaciones demandantes a nivel social o mental.
  • Necesitar ayuda para vestirse adecuadamente, abotonarse, abrigarse.

En la etapa final de la enfermedad, las personas pierden la capacidad de responder al entorno, de sostener una conversación. Pueden decir palabras o frases, pero la afectación cognitiva y conductual lleva a que las personas necesiten un nivel considerable de ayuda con las actividades cotidianas. Cada paciente es distinto y la gravedad en la progresión de la enfermedad varía de unos a otros, viviendo en promedio de cuatro a ocho años. Sin embargo, algunos pacientes pueden vivir hasta 20 años.

¿Tiene cura la enfermedad de Alzheimer?

No hay ningún tratamiento que cure la enfermedad de Alzheimer o que altere la evolución de la enfermedad en el cerebro. En etapas avanzadas de la enfermedad, las complicaciones derivadas de la pérdida grave de la función cerebral (como la deshidratación, la malnutrición o la infección) provocan la muerte.

Algunos medicamentos pueden mejorar temporalmente los síntomas o retardar su progresión. Estos tratamientos pueden ayudar a las personas con enfermedad de Alzheimer a prolongar al máximo sus funciones y a desenvolverse de forma independiente por un tiempo. Existen diferentes programas y servicios para brindar apoyo a las personas con enfermedad de Alzheimer y a sus cuidadores.

Prevención:

Algunos estudios demostraron que los mismos factores de riesgo asociados con la enfermedad cardíaca y cerebrovascular como el sedentarismo, obesidad, el tabaco, hipertensión arterial, dislipidemias, diabetes, entre otros, también pueden aumentar el riesgo de la enfermedad de Alzheimer, muchos de estos factores se pueden modificar, por lo que se sugiere cambios saludables en el estilo de vida como:

  • Realizar ejercicio regularmente
  • Dieta adecuada, baja en grasas y rica en frutas y verduras
  • Dejar de fumar y evitar el consumo de alcohol
  • Participar en actividades sociales y educativas

Existe una asociación entre la participación permanente en actividades de estímulo mental y social, con un menor riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer. Actividades como leer, bailar, jugar juegos de mesa, crear arte, manualidades, tocar instrumentos musicales y otras actividades que requieren un compromiso mental y social ayudan a conservar las capacidades intelectuales, por lo que también podemos y debemos ejercitar nuestra mente.

*Esta nota es parte del convenio con Digitus CRel laboratorio de innovación y producción de la Facultad de Periodismo y Comunicación de la Universidad Federada San Judas Tadeo.