Agentes del OIJ detenido. Imagen con fines ilustrativos.

Minor Araya Salguero

Criminólogo – Exjefe OIJ – Especialista SWAT


«Y ahora quien va a salvarnos? El chapulín colorado?»Julio Hong, cibernauta.


¿Un chistoso comentario, el del cibernauta Hong, para Telenoticias? Puede ser; no obstante, uno que podría exponer un sentimiento inequívoco de preocupación y, hasta frustración. No es para menos, pues afecta al Organismo de Investigación Judicial (OIJ).

Junio 1, 2022, Telenoticias titula: «OIJ detuvo a uno de sus agentes como sospechoso de participar en asalto a casa»  mientras, el digital AM Prensa, también hacia lo suyo: «Detienen investigador del OIJ por participar en millonario robo a casa en Cartago».


«Tras poco más de dos años de pesquisas, este martes fue detenido el agente, quien, según el director del OIJ, Wálter Espinoza, tiene 10 años de servicio policial.» – Telenoticias


Que nadie se ofenda. El OIJ es de la «crema y nata» en cuanto a policía científica en Latinoamérica. Y, en efecto, no solo la respeto, también la quiero y, por tanto, crítico.

A uno – como exagente judicial – conociendo a la gran institución que sirvió, por un lado lamenta y por otro le sorprende conocer de este tipo de sucesos; hechos que llaman definitivamente, a la vergüenza colectiva.

A pesar de semejante oprobio que me imagino, muchos agentes y exagentes sentimos al saber que, según parece, un asaltante con placa, firme estaba y permanecía en nuestras seleccionadas y sobre todo, privilegiadas filas, se afirma lo siguiente:

Por historia, por tradición y juramento, son esas mismas filas las que, sin misericordia alguna continuamente se autoevalúan y fuertemente se sacuden a efecto de desprender al malagradecido, al infame, al traidor que con sus actos, no solo mancha el nombre de su institución, también agrede a su patria.


 «El policía judicial fue detenido en los tribunales de Cartago, en donde se ubica la sede del OIJ. Luego, el Ministerio Público allanó la casa del funcionario ubicada en Paraíso.» – Telenoticias.


Sin importar el tiempo transcurrido, aquel o aquella agente judicial que opta por emular lo que, en buena teoría, debe perseguir y combatir con la Ley, abruptamente cae. Así es en nuestra Policía Judicial; no hay delincuente encubierto que sobreviva a su implacable por auto vigilante sistema interno.

Alguna vez, quien es considerado como «El mas grande» Muhammad Ali dijo:

«La fuerza policial está llena de corrupción y el proceso legal se ha derrumbado.». 

En nuestro país, es indiscutible, año con año asombrados determinamos una mayor penetración del narcotráfico en Costa Rica y con esto, una mayor infiltración de podredumbre en nuestro Sistema de Justicia Penal; a pesar de esto, aún no llego a contemplar mi posición, como una a la altura y compromiso de la de aquel gran e inolvidable boxeador.

Tampoco, voy a ser tan pintoresco como para repetir la afirmación de un ex ministro de seguridad pública que, ante la Comisión de Seguridad de la Asamblea Legislativa, llegó a asegurar algo como, que el 99.9% de su personal policial, es honesto. ¡Ojalá así de simple fuera la cosa…!

¡Era de esperar! La abundante ignorancia de aquel peculiar foro, no dio ni exigió el espacio y oportunidad esperados, al cuestionamiento objetivo por tan singular apreciación y valoración de la honestidad policial preventiva, claro, ofrecida por su titular.

Si amigo lector, los números hablan – tal cual exclaman algunos burócratas – eso sí, en el tanto y cuanto, estos («numeritos») tengan base objetiva que les sostengan; de lo contrario, coloquialmente hablando «es pura hablada» la de cualquier «encorbatado». 

De igual forma, sería novelesco siquiera insinuar un porcentaje cualquiera que, como irrefutable indicador, nos detalle la cantidad de policías judiciales no corruptos en la institución que por ley, tiene el monopolio de la investigación criminal. ¡Siempre hay policías corruptos! – debe ser la consigna – por lo que nunca se debe descansar por lograr su detección, identificación, expulsión y detención.


«Un agente del Organismo de Investigación Judicial, debería dedicarse a esclarecer crímenes, pero este martes se arrestó a uno de ellos por cometerlos.» – AM Prensa


Recuerdo a aquel compañero de la famosa Sección de Robos. ¡Quién lo iba a decir…! Estando yo asignado a la Delegación del OIJ de Cartago, como responsable de Tacha de Viviendas, siempre ocupé la ayuda, el apoyo del conocimiento del personal de esa especializada dependencia. Fue ahí donde le conocí…

Él conocía de casi todo y, el tipo era incansable y eso, modestia aparte, que mi horario de trabajo era muy extenso y agotador. Ese «compa» tenía algo que en otros no notaba: siempre estaba preguntando sobre mis casos, sobre mis sospechosos y sobre ¿Qué tienes pensado hacer al respecto…? ¿Sabes dónde llevan la «galeta»..? entre otros aspectos.

A decir verdad, nunca sospeché que a aquel «compa de robos» – uno que manejaba mucha información – la implacable Oficina de Asuntos Internos le seguía los pasos muy de cerca.

El tiempo pasó, hasta que por aquellas cosas de la vida, a mi equipo le fue asignada la captura de un peligroso miembro de una banda de «tumbadores» ¿Adivinen quien era el jefe..? Así es, aquel «compa de Robos». ¡casi «caigo en cruz..»!

«Con razón esa insaciable hambre por conocer de todo y de todos, y a cualquier hora…»,  me dije estupefacto por aquella especial noticia.

Valga decir, de momento, que su captura fue violenta y fulminante. De acuerdo con la ley; no obstante, con mucha determinación, sorpresa, velocidad y acción agresiva. Las mejores técnicas SWAT en asalto a vehículos, le fue, sin titubeo y miramiento alguno, aplicado al traidor.

Hoy más que nunca, el OIJ debe seguir avanzando en su incansable lucha por la detección temprana de corrupción interna; un mal, una amenaza que siempre ha estado, está y estará, acechando las significativas y especiales filas que componen esa famosa máquina de hacer policía científica en Costa Rica.

Claro, no es para menos que muchos ciudadanos al leer noticias de corrupción relacionadas con el OIJ, se pregunten «Y ahora quien va a salvarnos? ya que, el respeto y la confianza, por el costarricense, depositada en esta institución, es simple, no tienen parangón.

Un artículo de opinión, dedicado a las madres y padres de todos los agentes judiciales, mujeres y hombres, que durante su carrera profesional al servicio del OIJ, siempre se mantuvieron fieles a sus buenos principios y leales para con su institución y con esto, para con su país.