Redacción-130 organizaciones con más de 1100 personas se unieron para instar a la Comisión de Derechos Humanos y al pleno de la Asamblea Legislativa a discutir el proyecto de ley 20.970.
Esta propuesta prohíbe todas aquellas “torturas” dirigidas a revertir o modificar la orientación sexual y la identidad de género de las personas LGBTIAQ+ a partir de la ciencia y el respeto por los derechos humanos.
Shi Alarcón-Zamora, vocerx de Resistencia LGBTIQA+ de CR comentó: “Las personas LGBTIQA+ no necesitamos curarnos de ser quienes somos: tener una orientación sexual o identidad de género diversa/diferente, no es una enfermedad mental ni física, es una forma de vida como cualquiera otra. Los intentos de patologizar, borrar o cambiar la identidad de las personas, negar su existencia como lesbianas, gais, bisexuales, transgénero o de género diverso y provocar el odio hacia sí mismo, tienen consecuencias profundas en su integridad y bienestar físicos y psicológicos”.
Organismos internacionales de salud y de derechos humanos, indican que las ‘terapias de conversión” que se utilizan para intentar convertir a las personas no heterosexuales en heterosexuales y a las personas transgénero o de género diverso en cisgénero, pueden equivaler a tortura u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.