- Se estima que cada minuto se venden un millón de estos embaces en el mundo.
Redacción – El reciclaje de productos cada vez es más común y las técnicas que se utilizan para sacarle provecho a todo este material desechado sigue innovándose.
Tal y como queda evidenciado con el hecho de que ahora un grupo de nueve botellas plásticas se pueden terminar convirtiendo en una camisa.
Situación que se vuelve posible gracias a que el poliéster (PET), que es el tipo de plástico más usado para envases en industrias como la de alimentos y bebidas.
Según la organización Preserve Planet en el mundo se venden un millón de botellas de plástico por cada minuto.
La primera etapa consiste en recolectar botellas plásticas del mar y de rellenos sanitarios para luego limpiarlas, triturarlas y convertirlas en hojuelas.
Posteriormente, este material es transformado en chips para crear hilos hechos de poliéster reciclado.
«Más allá de la tecnología que usamos, lo importante es garantizar la trazabilidad de la materia prima de origen reciclado. El proceso inicia en la recolección y limpieza de los envases para concebir una nueva materia prima que permita transformar el poliéster reciclado en hilos. Luego, se transforman en una tela con la calidad necesaria para confeccionar diferentes tipos de prendas», apuntó el director de mercadeo de Lafayette, Milciades Manrique.
Precisamente, la empresa Lafayette cuenta con los certificados RCS y GRS (estándares internacionales sobre declaración de material reciclado) que garantiza la trazabilidad de uso de materia prima de origen reciclado para la fabricación de textiles hechos a partir de la recuperación de botellas.
«El proceso para crear este tipo de hilo es más complejo que una tela convencional, porque es necesario ajustar las condiciones de fabricación. Sin embargo, el tiempo de producción es el mismo y el ahorro de recursos es superior. Por ejemplo, se consume 85% menos de energía y se genera 77% menos emisiones de CO2 en la fabricación de un chip de poliéster reciclado», añadió , agregó Manrique.
Esta técnica permite el segundo uso de las botellas PET cuyo porcentaje de reciclaje a nivel mundial es del 9%, según datos del Fondo Mundial para la Naturaleza, en un contexto donde se producen 400 millones de toneladas de plástico al año.