Redacción. Aunque su nombre se ha ligado a lo largo de los años a grandes espectáculos, dentro y fuera del país, siendo una figura destacada en el campo de la producción de eventos, su carrera es más bien la de un empresario con varios emprendimientos, entre ellos una agencia de comunicación digital, ganadora de varios premios nacionales e internacionales.
Por esa vena artística, la creatividad ha sido la madre de sus proyectos, los cuales le han llevado por un aprendizaje de vida, donde el fracaso no es opción, pero muchas veces ha sido maestro.
Su nombre salió a relucir en un área poco común durante la campaña electoral del 2018, donde con estrategia, comunicación disruptiva y visión logró junto con un equipo de personas porfesionales, llevar a un candidato de un 9% de posibilidades que ser presidente, a ganar la primera ronda y competir por la presidencia del país.
Esa ilusión que posee la política donde siempre versa las ganas del cambio para un mejor país, un mejor sitio para vivir, llevó a Juan Carlos a enfocarse no en un escenario musical, sino en uno que llevaba la importante responsabilidad de servir al país y soñar con un mejor mañana.
La campaña y todo su desarrollo, llevado a cabo de manera transparente e informativo con los líderes del partido, sin sorpresas o desconocimiento, transcurrió de manera normal y se obtuvieron los increíbles resultados y aunque no se logró el objetivo de la segunda ronda, se logró colocar a 8 diputados en la Asamblea Legislativa, gracias al trabajo realizado por la campaña, donde el aumento de votos logró visibilizar al partido político.
Luego de las elecciones, la agencia de publicidad de Juan Carlos, se dio a la tarea administrativa de proceder con los trámites debidamente autorizados y normales de un trabajo donde se contratan servicios y materiales, para liquidar lo pendiente. En este momento, fue donde se percataron que habían remado en esperanza y sueños de cambio solamente una parte del grupo, pues la cabeza del partido argumentaba una supuesta “estructura paralela”, acusación que resultó sin ningún fundamento, dado que era evidente para todos quienes estuvieron al frente de la campaña y que, gracias a dicha “estructura paralela”, se consiguieron las 8 plazas en la Asamblea Legislativa.
Al ser Costa Rica un país de derecho, procedió la denuncia al respecto, aunque fuera absurdo su fundamento. Fue así como Juan Carlos Campos, se vio en el centro de un campo de batalla, entre los dirigentes del partido y el candidato, en una lucha de poder donde el candidato también se vio afectado por el descontrol de un sistema que, en muchas ocasiones, otorga poder a quien no camina con la verdad y el civismo pertinente.
Finalmente, el expediente #18-000075-1218-PE arroja lo que siempre fue natural, la inocencia, donde luego de 4 años de investigación, la Fiscalía y la Procuraduría dictaminan que no existió nunca delito y el juez acogió la solicitud y dictó sentencia de sobreseimiento ordenando el archivo del caso, misma que se encuentra totalmente en firme, exonerando de cargo alguno a Juan Carlos Campos y un grupo de profesionales que brindaron servicio y trabajo a la campaña.
“Lo triste de todo este proceso es tener que defenderse de acusaciones falsas, donde todos perdemos tiempo y recursos, tanto el Estado como el acusado, con acusaciones infundadas e injustas, afectando la ilusión que tuvimos de pensar que podríamos construir una mejor Costa Rica, lejos de las manos del poder desmedido y corrupto”, comenta Campos.
“Confiado en que siempre el resultado sería positivo, por más rápida que sea la mentira, la verdad siempre la alcanza. Agradecido con el Licenciado Eric Ramos, con el sistema judicial, pero sobre todo con Dios, quién siempre honra sus promesas”, finaliza.
