Redacción-Estos estudios revelan una alerta temprana de que los principales humedales de Costa Rica, como los son el de Sierpe, en Osa, y los de Tortuguero, en la costa Caribe.
Así lo determinaron las investigaciones de la carrera de Ingeniería Ambiental, del TEC, donde señalan que podrían estar recibiendo grandes cantidades de nitratos provenientes, principalmente, de los fertilizantes utilizados en la actividad agrícola.
Para esta conclusión, utilizaron tecnologías avanzadas y técnicas novedosas, como son la modelación a partir de datos e imágenes satelitales, procesamiento de información geográfica y aprendizaje automático (machine learning), para proyectar la contaminación que llega a los ríos y cuencas de agua de Costa Rica.
Ambas investigaciones fueron hechas como tesis de grado por los estudiantes de Ingeniería Ambiental Joseph Rojas Zamora y Gabriela Chaves Brenes, con el apoyo del Centro de Investigación en Protección Ambiental (CIPA), del TEC, y el Laboratorio PRIAS, del Centro Nacional de Alta Tecnología (CeNAT-CONARE).
Ellos, junto a la investigadora máster Laura Hernández Alpizar –tutora de ambas tesis señala que estos productos de investigación aportan información muy valiosa para que instituciones nacionales, como las municipalidades, puedan usarla en la definición de planes reguladores del territorio o en la realización de mediciones ambientales, entre muchos otros usos.
También para que los sectores productivos agrícolas puedan gestionar mejor su actividad y su eficiencia en el uso de fertilizantes y otros recursos.
La investigación de Joseph Rojas Zamora modeló la presencia de nitratos en todo el territorio nacional. Los puntos rojos marcan las zonas donde había más presencia de este contaminante.
Ahogo en Sierpe
Si la investigación de Rojas se amplía a todo el territorio nacional, la de Chaves se enfoca en Sierpe, pero se extiende a lo largo del tiempo. Ella tituló su estudio “Modelaje de modificaciones en clorofila-a y sólidos suspendidos totales del río Sierpe con bases de datos multiespectrales”.
La investigadora utilizó la plataforma Google Earth Engine (GEE) para el procesamiento de bases de datos espectrales satelitales usadas para la observación temporal de fenómenos terrestres, provenientes del satélite Sentinel 2 de la Agencia Espacial Europea.
Su propósito era aprovechar la información de reflectancia de la superficie terrestre para inferir la presencia clorofila, como señal de la cantidad de plantas en las aguas superficiales de la laguna, el río y el humedal de Sierpe.
“La ventaja que tienen las imágenes satelitales es que guardan datos espectrales que están más allá del espectro visible, están más allá de los colores que vemos nosotros los humanos. Tiene, por ejemplo, la banda infrarroja que nos sirve para modelar la clorofila“, explicó Chaves.
Según Chaves, Google Earth Engine permite el procesamiento de las imágenes satelitales con mucha mayor facilidad, ya que se trata de grandes cantidades de datos “Además tiene la virtud de que se pueden hacer series de tiempo con las imágenes de datos guardados por décadas, y visualizar una imagen animada que nos permite ver lo que está pasando a nivel espacio – temporal”, detalló la investigadora.
Esa capacidad de analizar los datos en diferentes periodos de tiempo ayudó a constatar lo que otros estudios previos del TEC habían demostrado: hay una relación entre las fechas en que se fertilizan los cultivos de palma africana en la península de Osa (los periodos de transición de estación lluviosa a seca y de seca a lluviosa), y el posterior crecimiento desmedido de plantas en las aguas superficiales del humedal.