Redacción-Muchas personas han criticado con todo a Fabiola Amador, la madre de la niña de 13 años a quién le sustrajeron su bebé de nueve meses, llamada Keibril García Amador.
Para muchos internautas, Amador tuvo que haber velado de una mejor manera para que su hija que para entonces tenía 11 años, no fuera violada sexualmente por su expareja Hugo Adrián Casasola Salas.
Sin embargo, en declaraciones a la prensa el Director General a.i del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Randall Zúñiga, defendió a Fabiola Amador así como su hija a quién llamaremos «Nai», pues afirma que ambas son víctimas de violencia doméstica y cuestiona a las personas que critican a la abuela de la bebé.
«Son parte del ciclo de violencia, son dos mujeres que también son víctimas en este caso de parte de un masculino (Hugo Casasola) que hacía presión y ejercía elementos violencia sobre las mujeres en general», comentó Zúñiga.
Para el director del OIJ, la menor tanto como su madre son las víctimas en todo este caso y que solo hay un culpable.
«Yo si quisiera decir, esta muy mal por parte de la sociedad de apuntar con un dedo acosador hacia mujeres, en este caso, en una ocasión de bastante vulnerabilidad y en realidad el culpable tiene ya nombre y apellidos», afirmó el funcionario judicial.
Keibril García Amador de nueve meses fue arrebatada de las manos de su joven madre «Nai» el domingo 9 de abril.
Según la investigación que desarrolla el Organismo de Investigación Judicial, Casasola habría robado a la bebé para ocultar que él era el padre y que había violado a su hijastra. Misma que este lunes se comprobó mediante prueba de ADN que Casasola si es el padre de Keibril, pues se hizo la prueba analizando pertenencias de la bebé.
Es por esta razón que el hombre podría enfrentar hasta 25 años, además del agravante por violación, se habría que tomar en cuenta cuántas violaciones hubo.
Hugo Casasola Salas será sometido a un nuevo interrogatorio, debido a que ya se sabe que es el padre de la bebé.
En los anteriores interrogatorios el hombre ha preferido mantenerse discreto y callado, no obstante, tras conocerse la prueba de ADN deberá ser sometido a otro.
