- Muchos de los incrementos de inversión se justifican por problemas de gestión interna.
Redacción- Las obras desarrolladas por Acueductos y Alcantarillados (AyA), entre el 2016 y 2021, han sido un completo fiasco en cuanta duración y presupuesto.
La Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP) fiscalizó 76 proyectos de saneamiento, que se construyeron para tratar las aguas residuales antes de ser depositadas en los ríos.
El saneamiento es un servicio público, que consiste en tratar las aguas residuales provenientes de la industria, comercio y hogares, con el fin de ser devueltas a los ríos sin que sean perjudiciales al medio ambiente.
Los principales resultados de esta fiscalización son que el AyA no dispone de un plan maestro (planificación) que justifique técnicamente las inversiones propuestas para el servicio de saneamiento.
Tampoco dispone de un control y seguimiento en la ejecución de proyectos. En algunas subcontrataciones se sobrepasa en el 100% el costo inicial de la contratación, siendo dos de ellos con préstamos de organismos internacionales.
Para la Autoridad Reguladora, el incremento desmedido en los costos de los proyectos de
saneamiento, se explican en parte por el plazo que transcurre entre las diferentes etapas de desarrollo, muchos justificados por problemas de gestión interna.
Los proyectos de inversión de obras que desarrolla el AyA conllevan plazos de 10 o más años, entre el momento en el que se identifica la necesidad y se pone a disposición la obra, por lo que su alcance es insuficiente a las necesidades de las comunidades.
La ARESEP señala que el AyA tiene serias deficiencias en la planificación, el diseño, seguimiento y ejecución de proyectos de inversión de obras, ni siquiera tiene una visión integral interna entre las áreas estratégicas (Gerencia – Planificación – Finanzas – Inversiones y Tarifas), lo cual provoca elevados costos a los usuarios del servicio público.