- Gobierno pinolero le pasa factura porque la Cruz Roja atendió a los ciudadanos reprimidos por la policía en las manifestaciones de 2018.
Redacción – La dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua disolvió la organización humanitaria de la Cruz Roja, misma que en el vecino país del norte llegó en el año 1931.
Dicha institución es de la que se apoderan por medio de una iniciativa que fue aprobada por el Parlamento nicaragüense, mismo del que Ortega tiene el control.
Según han explicado, esta decisión se debe a que durante las protestas del año 2018 alegan que la Cruz Roja no cumplió con sus principios fundamentales de «humanidad, imparcialidad y neutralidad».
Este reclamo se debe a que en ese entonces, la organización humanitaria se volcó a las calles a curar y a atender a los miles de heridos que dejó la represión policial y paramilitar.
«En los actos acontecidos en el año 2018 que atentaron contra la paz y estabilidad de la nación, algunas filiales de esta Asociación actuaron en contra de estos principios y de su Acta Constitutiva y Estatutos; y la Asociación misma transgredió las leyes del país al desentenderse y hasta apoyar este actuar de sus filiales», apunta el documento que recibió el visto bueno de los legisladores sandinistas.
La administración de Ortega también sostiene que la Cruz Roja ha incumplido sus deberes y obligaciones al no presentar estados financieros, balance contable, declaración fiscal, falta de verificación de sus donantes y proveedores de fondos.
Es decir, las mismas alegaciones que el régimen de Ortega y Murillo ha hecho en contra de las 3.290 Organizaciones no Gubernamentales (ONG) que han decapitado desde 2018 por no someterse a la Ley de Agentes Extranjeros, una de las normativas para acallar y desarticular a la sociedad civil.