• A dos meses de nacido, el bebé se recupera satisfactoriamente.
  • Con los cuidados y el seguimiento adecuados, puede tener una vida sin mayores complicaciones.

Redacción-Por primera vez, especialistas del hospital Tony Facio de Limón realizaron una cirugía a un bebé con gastrosquisis conectado a su madre por el cordón umbilical, en el momento del parto.

Se trata de una malformación que causa una abertura en el vientre del bebé, lo que provoca que los intestinos se encuentren fuera de la cavidad abdominal.

“El orificio puede ser pequeño o grande y, en ocasiones, podrían salir otros órganos, como el estómago, el hígado y vejiga”, explicó la Dra. Hellen Siles Víquez, cirujana pediátrica a cargo del procedimiento.

De acuerdo con el Dr. Daver Vidal, director del hospital Tony Facio, la consecución de este logro es motivo de profundo orgullo, toda vez que evidencia la alta calidad técnica y profesional de sus funcionarios y de la capacidad resolutiva que ofrece ese hospital a la comunidad limonense.

Según la Dra. Siles, la intervención se realizó en la madre gestante de un bebé de 35 semanas de edad gestacional. Esta malformación requería de cirugía al momento de nacer, por lo que se programó la cesárea a las 36 semanas de gestación que es lo indicado por los profesionales; sin embargo, fue necesaria una cesárea de emergencia debido a que la madre entró en labor de parto antes de lo previsto.

La malformación fue detectada durante el embarazo mediante estudios ecográficos, lo que permitió planificar la cesárea y la posterior cirugía reparadora del bebé.

El 19 de abril anterior, ingresó al hospital Tony Facio doña Rosa Céspedes, una paciente de 24 años y vecina de Bananito de Limón, quién al entrar en labor de parto, hizo que se activara de manera inmediata el protocolo especial programado mediante cesárea para la intervención de la madre y del bebé.

La cirugía se ejecutó bajo el procedimiento denominado SIMIL EXIT Y SUTURELESS y consistió en reconstruir la pared abdominal del recién nacido con el mismo cordón umbilical.

Su objetivo fue abordar la malformación congénita del bebé, aprovechando los beneficios de estar aún conectado a su madre, a través del cordón umbilical, protegiendo los intestinos durante las primeras horas de vida: “este procedimiento debe ser muy rápido debido a que el cordón umbilical deja de latir en menos de tres minutos”, manifestó la especialista.

Actualmente, el pequeño Keyleth se encuentra ganando peso y es atendido en sus citas de control y seguimiento en diversas especialidades, entre ellas, Neonatología, Neurodesarrollo y Cirugía Pediátrica.

Han pasado dos meses desde que el pequeño Keyleth nació y los médicos auguran que puede tener una vida sin mayores complicaciones con los cuidados y el seguimiento adecuados.