Mientras las autoridades continúan buscando sobrevivientes tras el brutal ataque terrorista perpetrado por Hamas por tierra, mar y aire, este lunes Israel confirmó que ya son más de 900 las víctimas.
El Ministerio de Sanidad también reportó que los heridos llegan a 2.600, entre ellos al menos 376 en estado grave, por la agresión de los terroristas palestinos y el lanzamiento de más de 4.400 cohetes desde el enclave, aunque la mayoría han sido interceptados.
Asimismo, las autoridades israelíes confirmaron un total de 130 militares y policías muertos durante la ofensiva que comenzó Hamás el sábado pasado, según el último balance.
El Ejército israelí informó en las últimas horas de otros 12, con lo que suman ya 85 los soldados muertos. En el listado hay soldados rasos, pero también un general, un coronel y dos comandantes.
A este balance hay que añadir el publicado por la Policía israelí, que detalla 37 agentes muertos, y cinco fallecidos en el servicio secreto israelí para el interior y los territorios ocupados, el Shin Bet. Otros 18 agentes están desaparecidos.
Por su parte, el servicio de emergencia ZAKA, que colabora en la búsqueda de víctimas, informó que al menos 100 de las 900 personas que murieron fueron halladas en el kibutz de Beeri, adyacente a la Franja de Gaza. Los cadáveres habrían sido removidos del lugar abordo de camiones frigoríficos. Este lunes los terroristas palestinos amenazaron con matar a rehenes israelíes en respuesta a los bombardeos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) contra la Franja de Gaza. “Cada ataque contra nuestro pueblo sin previo aviso será respondido con la ejecución de uno de los rehenes civiles”, afirmaron en un comunicado las Brigadas Ezzeldin al Qassam, el brazo armado de Hamas. “El enemigo no entiende el lenguaje de la humanidad y la ética, así que nos dirigiremos a ellos en el lenguaje que entienden”, añadieron. El sábado pasado, Hamas -que gobierna de facto la Franja de Gaza- tomó por sorpresa a Israel con una ofensiva masiva que incluyó el lanzamiento de miles de cohetes y la infiltración en territorio israelí de un número indeterminado de terroristas, que han masacrado civiles y secuestrado más de 100 personas, aparentemente para intercambiarlas por presos palestinos. Ese mismo día, Israel se declaró en estado de guerra e inició un contraataque con proyectiles aéreos, navales y terrestres sobre la Franja de Gaza, así como la caza de milicianos en territorio israelí. Los intercambios de fuego no han cesado y se espera que la escalada se profundice aún más en los próximos días. Así, el Ejército israelí llamó a los ciudadanos a hacer reservas de alimentos, agua y medicina para al menos tres días, así como tener siempre presente dónde se encuentran los refugios antimisiles.