Foto: UCR
Redacción: Científicos descubrieron que un potencial anticuerpo, que parecía ser un aliado para contrarrestar la toxina de una de las serpientes más venenosas del mundo, generaba el efecto contrario.
Investigación Mundial
17 investigadores internacionales de gran trayectoria científica realizan una investigación sobre el anticuerpo que ayudaría a combatir el veneno de la serpiente Terciopelo.
Entre ellos sobresalen dos costarricenses: el Dr. Julián Fernández Ulate y el Dr. Bruno Lomonte Vigliotti, ambos del Instituto Clodomiro Picado de la Universidad de Costa Rica (UCR), y quienes fueron los encargados de colocar la última pieza del rompecabezas para dar con el revelador hallazgo.
De acuerdo con la UCR, estos científicos ticos descubrieron que un posible anticuerpo terapéutico, que en un inicio creyeron que podía usarse para neutralizar la toxina de una de las serpientes más venenosas del mundo, la Bothrops asper o terciopelo, en realidad generaba el efecto contrario y más bien potenciaba los efectos dañinos de la toxina. Es decir, el anticuerpo defensor cambiaba de bando.
¡Prestigio!
El estudio, que es el primero de su tipo en registrar un hecho como este a nivel mundial, constituye un hito científico internacional sin precedentes que ya se encuentra publicado en la respetada revista científica Nature Communications.
“Estamos asombrados por el gran descubrimiento que hemos realizado. Es una gran sorpresa debido a que no conocíamos ningún caso en el que un anticuerpo incrementara la toxicidad y letalidad de un veneno de serpiente. Es un resultado totalmente inesperado, inusual y por eso nos causó un gran asombro. Este fenómeno hasta ahora nunca había sido observado con ninguna otra toxina animal y nos enseñó algo completamente nuevo”, compartieron el Dr. Julián Fernández y el Dr. Bruno Lomonte.
Actualmente, cerca de 5.4 millones de personas son mordidas por serpientes y, aproximadamente, 100 000 personas mueren cada año por esta causa, mientras que el triple queda con discapacidad permanentemente, indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De acuerdo con Nature Communications, las opciones terapéuticas vigentes solo actúan sobre el veneno de serpiente para el que están diseñados y otras se basan en mezclas de anticuerpos, generalmente derivados de la sangre de caballos inmunizados, que son caras de producir y cuya eficacia, si bien es buena, podría optimizarse aún más.
“El envenenamiento por mordedura de serpiente es un problema global de salud pública que afecta a millones de personas cada año alrededor del mundo. Los antivenenos que se encuentran disponibles actualmente cumplen una función fundamental para enfrentar este problema, pero presentan algunas limitaciones que instituciones como el Instituto Clodomiro Picado de la UCR han intentado eliminar mediante investigaciones en el campo”, agregó el Dr. Julián Fernández.