Redacción – Moscú, capital de Rusia, vivió momentos de mucha angustia este viernes, luego de producirse varios atentados en contra de la población en centros de reunión.
El Servicio Federal de Seguridad (FSB) ha detenido a once personas como sospechosos del atentado que ayer donde se mató a más de 60 personas en un concierto cerca de la capital. Entre los detenidos se encuentran cuatro terroristas que participaron personalmente en el ataque, según informó el director del FSB, Alexandr Bórtnikov, al presidente ruso, Vladimir Putin.
Dos personas fueron detenidas en la región rusa de Briansk, había anunciado poco antes el legislador Alexander Khinshtein en Telegram. Según el diputado, el vehículo en el que huían se estrelló y los otros ocupantes escaparon a pie a través de un bosque cercano.
Hombres armados vestidos de camuflaje irrumpieron ayer con armas automáticas en un concierto de rock en el Crocus City Hall de las cercanías de Moscú y dispararon contra los asistentes, matando al menos a sesenta personas e hiriendo a 145 en un ataque reivindicado posteriormente por el Estado Islámico. Sin embargo, el último balance de víctimas eleva el recuento a 115 muertos.
«Condenamos el horrible atentado contra gente inocente que visitaba un concierto. Nuestros pensamientos están con los allegados de las víctimas y con todos los heridos», dijo el canciller alemán, Olaf Scholz, en su cuenta de twitter.
El gobierno talibán pidió una actuación coordinada contra el grupo yihadista, dos días después de que Estado Islámico reivindicara también un ataque suicida en Afganistán que causó 23 muertos.