Redacción- La Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias emitió este martes un estado de alerta para todo el país.
Según se determinó, sobre todo el territorio nacional regirá una alerta verde ante la previsión de lluvias intensas y tormentas eléctricas en los próximos días.
Los factores locales, como las altas temperaturas matutinas y el ingreso de brisas marinas, junto con la proximidad de la Zona de Convergencia Intertropical, están propiciando la formación de desarrollos nubosos que podrían resultar en aguaceros fuertes.
Actualmente, las costas del Pacífico presentan una cobertura nubosa densa y algunas lluvias dispersas.
Durante la tarde y noche de hoy, se prevé que se registren lluvias intensas y tormentas eléctricas, afectando principalmente la Zona Norte y las montañas del Caribe, y extendiéndose gradualmente hacia el Valle Central y la región del Pacífico.
Además, se anticipa un aumento de las lluvias a lo largo de la semana debido a factores locales y condiciones regionales favorables.
Hacia finales de la semana, el tránsito de la Onda Tropical N. 39 podría intensificar aún más la inestabilidad atmosférica.
La CNE solicita tomar las siguientes medidas:
1. A los Comités de Emergencia e Instituciones:
A. Monitorear las condiciones del tiempo en el ámbito local, y estar pendientes de
las condiciones meteorológicas a partir de los informes periódicos del IMN.
B. Mantenerse activados y vigilando los sectores de mayor riesgo en los cantones.
2. Recomendaciones a la población en general
A. Principalmente la población que habita en zonas de riesgo mantenerse
informada y acatar solamente los mensajes que difundan las instancias oficiales
en el nivel nacional, regional y municipal.
B. Extremar precauciones en las partes montañosas del país, tales como parques
nacionales, áreas volcánicas, carreteras y otros.
C. Precaución a la navegación aérea por fuerte turbulencias, sobre sectores
montañosos y niveles atmosféricos más bajos.
D. Precaución a los conductores ante condiciones adversas en carreteras, por
lluvias, niebla y vientos, tanto por visibilidad como caída de árboles o
deslizamientos.