Redacción – El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) presentó ante la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP) una propuesta para rebajar las tarifas eléctricas para todos los sectores de consumo en 2025. La estimación del ICE contempla una disminución de tarifas de -6,23% en el sistema de generación, -5,05% en transmisión y -0,75% en distribución, lo que representa una buena noticia para los consumidores del servicio eléctrico del país.
A pesar de enfrentar un gasto significativo de $567 millones para cubrir las necesidades energéticas del país, el ICE ha logrado equilibrar sus costos y presentar esta propuesta de reducción. Este gasto se encuentra asociado al Costo Variable de la Generación (CVG), el cual debe ser cubierto para asegurar el suministro de electricidad y que incluye también un ajuste pendiente relacionado con los años 2023 y 2024. Sin embargo, la proyección final favorece a los usuarios, gracias a una compensación derivada de dos factores clave: la solicitud de rebaja en la tarifa ordinaria y un ajuste extraordinario de oficio para proyectos de generación BOT, vinculado a la implementación de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF).
A pesar de los desafíos derivados del fenómeno de El Niño que afectó la generación de energía en 2023 y 2024, el ICE ha logrado mantener una sólida situación financiera. En el tercer trimestre de 2024, la institución reportó una ganancia neta de ₡36.742 millones y espera cerrar el año con un superávit superior a los ₡100.000 millones.
Marco Acuña, presidente del Grupo ICE, destacó que el trabajo técnico y responsable del instituto, combinado con un crecimiento del 3,4% en la demanda de electricidad, permitió optimizar los costos. Este esfuerzo ha sido crucial para mitigar los efectos negativos en la generación de energía causados por El Niño, lo que facilita la propuesta de tarifas más bajas.
Uno de los puntos importantes de la propuesta es que, conforme a la metodología tarifaria vigente, los costos derivados del ajuste no se trasladarán a 2026, ya que no se permite diluir los gastos más allá de un año. Esto asegura que los efectos de la rebaja en las tarifas se sientan de inmediato en los bolsillos de los consumidores sin que esta carga se posponga para el futuro.
Con esta medida, el ICE no solo busca aliviar la presión sobre los usuarios, sino también contribuir al desarrollo económico del país, manteniendo una tarifa eléctrica competitiva y estable. Según Acuña, esta estrategia ayuda a mejorar la calidad de vida de los costarricenses, sin comprometer la estabilidad financiera de la institución.