- Randall Zúñiga, director del OIJ, señala que el crimen organizado busca intimidar y corromper a los operadores de justicia.
Costa Rica ha entrado en una nueva etapa de su historia: el narcoterrorismo. Así lo advirtió Randall Zúñiga, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), tras el sepelio del agente Heiner Zamora, asesinado por un sicario el pasado viernes en Guápiles.
Según Zúñiga, el crimen organizado está implementando tácticas para amedrentar a funcionarios judiciales, algo que ya se ha visto en países como Italia, Colombia y Guatemala.
“Estos grupos criminales buscan golpear directamente a los gestores de justicia, ya sea por intimidación o por corrupción”, afirmó.
El director del OIJ reveló que en el último año la institución logró evitar al menos ocho atentados contra funcionarios judiciales gracias a información confidencial y operativos de seguridad. Sin embargo, en el caso de Zamora, la amenaza se concretó.
“Cuando lo amenazaron en 2018, hicimos un traslado para asegurar su integridad. Él siempre fue una persona íntegra, muy proactiva y comprometida con la justicia”, expresó Zúñiga, quien lamentó que los criminales hayan logrado su objetivo en esta ocasión.
El asesinato de Zamora refleja un nuevo desafío para las autoridades costarricenses, que ahora enfrentan un crimen organizado más agresivo y dispuesto a atacar a quienes combaten sus estructuras.
Ante este panorama, Zúñiga hizo un llamado a la unidad nacional para enfrentar esta amenaza, tal como lo han hecho otras naciones golpeadas por el narcoterrorismo.