Redacción-La cantante costarricense Madeleine Hidalgo Ugalde conocida como «Made», se ha dado a conocer en todo el territorio costarricense y centroamericano con su hermosa voz, misma que la mantiene desde hace siete meses de número uno entre los artistas nacionales que suenan en las emisoras del país.

La joven artista es de Grecia y tiene tan solo 21 años y además es estudiante de diseño publicitario. Made es una artista disciplinada, humilde y apasionada por el canto.

Esta joven promesa interpreta temas musicales con corte romántico y pop. Le ha tocado abrir los conciertos de Ricardo Montaner, Tommy Torres, Rosana, Marconi y Kany García.

La cantante y compositora ha lanzado sencillos como “Ya no”, “Me desenamoré” junto con el reconocido grupo Marconi.

La música de esta costarricense ha llegado hasta las emisoras de México, El Salvador, Nicaragua y Guatemala.

AMPrensa.com conversó con ella para conocer más de su vida y estas fueron sus respuestas:

¿Qué la motivó a incorporarse a la música?

Realmente es algo que tengo desde muy pequeña, no tengo recuerdos donde no tenga en mente el ser cantante. Desde muy bebé veía el programa de Cómplices al Rescate y era una de mis metas ser como Silvana o Mariana. A los 12 años me metieron a una academia de música  y aprendí las técnicas de canto como tienen que ser.

También de joven salió Hannah Montana y empecé a decirles a mis compañeros que iba a ser como ella; sin embargo, muchos se rieron por que no me creían pero gracias a Dios se me han abierto muchas puertas y estoy trabajando para ser cada día mejor. Hace un año firmé con una disquera.

¿Quiénes son sus motores para seguir adelante con su sueño?

El apoyo más fuerte son mis padres y mi hermano. Mi papá es el que me enseñó a soñar, mi mamá es la que me hace poner los pies en la tierra y darme cuenta de las realidades, y mi hermano es el que me da la alegría cuando estoy estresada.

Por otro lado Dios es mi motivación principal y me da las fuerzas. Hubo un tiempo donde tuve un equipo de trabajo y me dijeron que no tenía la capacidad para hacer lo que yo quería y que no estaba preparada y se fueron. Empecé a creer lo que me dijeron pero empecé a orar y a pedirle a Dios que me ayudara y luego me llamaron para firmar y acá estamos.

¿Cómo se siente al ser una de las artistas ticas más reconocidas y sonadas de la radio nacional?

Es muy chiva y a veces me parece un sueño y debo darme cuenta que es la realidad. Es muy lindo y realmente estoy muy agradecida con todo el público porque si no fuera por ellos que piden mis canciones no estaría donde estoy.

¿Cómo ha llegado hasta el éxito?

He tenido mucha disciplina y seguridad en lo que uno está realizando y siempre hay gente que te quieren tirar todo a bajo, pero sí estoy segura que voy por buen camino y todo va a salir bien.

¿Qué la motivó a grabar el primer sencillo?

Lo que me motivó fue ver en las noticias que todos los días había un asesinato, un femicidio o una agresión y pues los jóvenes somos la voz de ahora y del mañana. Cómo soy joven quería gritar ya no, ya no más violencia.

Me conmueve mucho que cada vez que escuchó “Ya No” me dan ganas de llorar y melancólica, pues es mi primer canción. Estoy feliz y me sorprende muchísimo que después de varios meses todavía está posicionada en las radios.

¿Qué la hace diferente?

No me creo mejor que otros pero me caracteriza mi personalidad alegre, mi carácter y el tener tanto amor por Dios.

¿Tiene el talento nacional apoyo?

Sí tienen apoyo pero no lo suficiente, creo que podría haber más apoyo de la prensa. He notado que la prensa corre cuando hay artistas internacionales pero si son nacionales es más difícil.

¿Cuál es su mayor sueño?

Me gustaría llegar a tener una familia como un sueño personal, pero en el ámbito profesional quisiera llegar a tocar en escenarios internacionales.

¿Cuál es el momento más difícil de Made?

El momento más difícil es cuando estoy en una relación porque se debe hacer un sacrificio de tiempo para vernos y es un poco complicado porque paso muy ocupada. También he pasado momentos de angustia al no tener el apoyo de esas personas de confianza.