Redacción – Diversos organismos científicos en todo el mundo emiten las llamadas “Guías nutricionales para el manejo de la diabetes”, diseñadas para que tanto médicos como pacientes estén informados sobre las mejores opciones alimenticias para controlar este padecimiento.
Uno de los retos más importantes al que se enfrenta toda persona con diabetes es el de mantener, dentro de ciertas restricciones, una dieta apetitosa. Aunque es cierto que, en su caso, el consumo de azúcar suele limitarse al mínimo, ello no significa que tengan que olvidarse para siempre de los productos dulces. Al contrario, su dieta puede incluirlos, siempre que se consuman con moderación.
En este sentido, los edulcorantes no calóricos o bajos en calorías resultan muy útiles, pues permiten reducir al máximo la ingesta de azúcar sin perder los sabores dulces en la dieta y sin afectar los niveles de glucosa en sangre, una de las principales preocupaciones en el caso de la diabetes.
La Guía Nutricional 2018 de Gran Bretaña, publicada en febrero de este año, confirma que los endulzantes artificiales son seguros y recomendables como parte de una dieta baja en calorías, e incluso pueden ayudar a reducir la hemoglobina glicolisada, un indicador de niveles de glucosa en sangre.
De acuerdo con la Guía, para las personas con diabetes que gustan de los productos dulces, o bien para quienes quieren bajar de peso, los edulcorantes no calóricos son una muy buena opción, pues les permite reducir su ingesta diaria de carbohidratos y, por lo tanto, de energía en general. La Guía indica, además, que cuando se utilizan con moderación, los edulcorantes no calóricos pueden preferirse por encima del azúcar de mesa.
La Guía Nutricional 2018 es el resultado del análisis que un grupo de especialistas británicos realizó sobre la más reciente literatura científica, y es consistente con las últimas recomendaciones de la Asociación Americana de Diabetes y la Guía de Práctica Clínica de la Asociación Canadiense de Diabetes, entre otros organismos dedicados al tratamiento de esta enfermedad.
Todos ellos reconocen que, con base en la evidencia disponible, los edulcorantes con bajo o nulo contenido calórico son perfectamente seguros y no afectan los niveles de glucosa e insulina en el organismo, de manera que permiten mantener estos niveles bajo control sin perder el sabor dulce de la dieta, al tiempo que se disminuye la ingesta de calorías.
Lo anterior es de especial relevancia para las personas con diabetes tipo I y II, pues pueden utilizarlos como parte de una dieta saludable que, además, les permita bajar de peso.