Rocío Solís Gamboa
Presidenta Comisión Costarricense de Cooperación con la UNESCO
Más que un descanso a mitad de año lectivo, las vacaciones de medio periodo son un buen momento para que los padres compartamos tiempo con nuestros hijos, por lo que debemos aprovechar para realizar actividades en conjunto.
Ya sea durante un paseo extenso o estando en la casa, debemos involucrarnos con ellos e idear actividades donde se comparta y que involucren a toda la familia, como por ejemplo armar rompecabezas, construir algo con bloques de madera o plástico interconectables o jugar juegos de mesa. Otras buenas ideas son una tarde o noche de cine, cocinar, pintar y hacer manualidades.
También se puede aprovechar para hacer algo formativo, como la creación de huertas en casa, que pueden incentivar el aprendizaje sobre el valor de la responsabilidad al tener que estar pendientes del cuido de lo sembrado o leer juntos un libro, con lo que se les fomenta el hábito de la lectura.
Organicemos actividades al aire libre con primos, amigos o compañeros de la escuela. Desde un picnic, competencias relacionadas con algún deporte en la plaza del barrio hasta dedicar una tarde a juegos tradicionales, son opciones que le aseguro a sus hijos le encantarán.
Una salida a lugares como La Sabana, zoológicos o refugios de animales y los museos, son buenas opciones donde podemos disfrutar y de paso aprender.
Seamos un poco más flexibles durante las vacaciones con el horario de dormir y de levantarse, la hora del baño y el no comer en la mesa, eso sí, aprovechemos este tiempo libre para tareas como ordenar y hacer limpieza del cuarto.
Cerca del regreso a clases hablemos con ellos sobre el regreso a la rutina y que deben disminuir las horas de juego y acostarse y levantarse más temprano, para iniciar de la mejor forma la otra parte del año lectivo.
Tenemos que ser pacientes con el proceso de readaptación de horarios y hábitos, por lo que es fundamental nuestro acompañamiento y apoyo, para que se motiven a ser mejores estudiantes.