Redacción- Cardúmenes de peces pequeños ya se observan en el arrecife artificial instalado por el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) en Playa Hermosa, en Guanacaste, lo que significa que esa estructura –construida a partir de aisladores descartados de la red eléctrica– ya es sitio de reproducción y hospedaje de especies marinas locales.

Así se comprobó durante inmersiones realizadas como parte del seguimiento del proyecto, que fue iniciado en 2016 por el ICE, en coordinación con el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) y la Fundación Condo–Fish, organización dedicada a proteger los arrecifes de la zona.

“Dentro de las funciones ecosistémicas, este hallazgo es importante, porque se cumple con el objetivo de establecer un ecosistema marino funcional que permita recrear un hábitat donde se desarrollará la dinámica necesaria entre peces, organismos y algas”, expresó Walter Arias, del Área Socioambiental del Negocio de Distribución y Comercialización del ICE.

Previo a este avance, desde su colocación hasta los últimos registros, se observaron diversas especies de peces asociadas que, en conjunto con algas y organismos, colonizaban el arrecife artificial.

Se han identificado especies como mariposa de tres bandas, sargento mayor, pargo de la mancha, globo enano, erizo y roncador soldado. Asimismo, organismos como briozoarios, cirripedios, esponjas, poliquetos y varios tipos de algas.

Actualmente, los arrecifes naturales a nivel mundial sufren gran deterioro y están amenazados. Con este arrecife artificial, además de enriquecer el ecosistema marino, el ICE dispone responsablemente de aisladores de porcelana que han terminado su vida útil.

En este proyecto, el Instituto brinda apoyo con buzos del Centro de Generación ARDESA (de las plantas Arenal, Miguel Dengo y Sandillal), además de especialistas en biología y personal de apoyo, quienes trabajan en coordinación con el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) y la Fundación Condo–Fish.

Desechos que dan vida

El arrecife artificial consta de 52 estructuras formadas con piezas entrelazadas, construidas a partir de aisladores descartados de la red eléctrica. Forman una línea de nueve metros de largo y fueron colocadas a una profundidad de entre 8 y 9 metros.