Redacción – Las cárceles de doce diferentes países son el hogar de un total de 363 costarricenses que delinquieron fuera de Costa Rica y fueron atrapados por la policía.
De acuerdo a los datos suministrados por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, estas cifras corresponden a las personas nacidas en suelo patrio, que se encuentran cumpliendo una condena o en prisión preventiva y que hicieron uso del derecho de comunicarse con el consulado nacional donde se encuentran.
Estados Unidos es el país que tiene a más nacionales tras las rejas. A diciembre del año pasado, la cifra alcanzó 231 costarricenses distribuidos en las diferentes cárceles norteamericanas.
Más abajo en la lista se ubican Panamá con 41 personas, Nicaragua con 31, Colombia con 22, de los cuales 6 aún están en prisión preventiva y México con 11.
México y España también aparecen en las estadísticas con 11 y 10 reclusos de procedencia tica respectivamente. Mientras que, El Salvador, Guatemala, Israel, Italia, Jamaica y Perú registran 1 costarricense en alguna de las prisiones de dichos países.
Uno de los casos más sonados es el de Luis Ángel Martínez Fajardo, alias Pollo, acusado en Nicaragua a 30 años de prisión por los delitos de tráfico internacional de drogas y crimen organizado.
El ministerio de relaciones exteriores también tiene en la mira un estimado entre 500 y 800 costarricenses que están detenidos o retenidos en general fuera de las fronteras nacionales, y que al no contactarse con el consulado respectivo, su situación no puede ser confirmada.
Buscados por la Interpol
Además de los 231 ticos presos en el extranjero, 23 personas de nacionalidad costarricense están en la mira de la Interpol.
Según información del sitio web de la mayor organización de policía internacional, los nacionales que están en la lista son solicitados por las autoridades de 4 naciones distintas.
La primera es Costa Rica con 18 sospechosos; le siguen Panamá y Estados Unidos con 2 cada uno y Bulgaria con 1.
Los delitos por los que son requeridos 17 hombres y 6 mujeres, van desde lesiones culposas y robo agravado, hasta legitimación de capitales y tráfico internacional de drogas.