Woman running and walking a dog
  • Para la mayoría de los mamíferos la cola tiene un propósito más importante: el equilibrio

Redacción- Una investigación publicada en la revista ‘Current Biology ‘sugiere que nuestros antepasados perdieron dos veces la cola durante su proceso evolutivo.

Los resultados publicados no solo ayudan a explicar por qué las personas no presentan movimientos similares a los perros sino que también aclaran el porqué todos empezamos nuestras vidas con una que desaparece gradualmente.

Según la directora de la investigación, Lauren Sallan, las colas se remontan a los primeros antepasados vertebrados.

«Sería muy difícil deshacerse de ellas por completo sin generar serios problemas de adaptación y desarrollo. Así, los peces y los humanos han tenido que detener su crecimiento dejando la cola ‘enterrada’ y vestigial, como las “piernas” de las ballenas», aseguró la investigadora.


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Nuestras forma de movernos elimina totalmente la necesidad de tener una. Aunque una cabeza humana pesa unos 5 kilos, se asienta en la parte superior del cuerpo, no delante, por lo que no necesitamos un contrapeso.

De todas formas, observa la columna vertebral humana: puedes ver que los últimos huesos están parcialmente fusionados, ese es tu coxis, todo lo que queda de nuestra cola.

Es importante resaltar que existen casos de bebés que nacen con una especie de extremidad, pero en realidad son tumores, quistes o restos de un gemelo parásito. Es posible que pueda ser un crecimiento de tu columna, pero sin huevo, solo grasa y tejidos. Son defectos de nacimiento que los médicos retiran quirúrgicamente sin problemas.

Para la mayoría de los mamíferos la cola tiene un propósito más importante: el equilibrio. En nuestro caso, la perdimos con la evolución. Los perros y otros animales utilizan la cola para manifestar su estado de animo y sentido de humor.

Los simios adultos, incluyendo los ancestros humanos, avanzaron un poco más en el proceso. «Perder el resto de la extremidad les daba un mejor movimiento erguido. Como los peces, tenemos restos de una cola ósea embrionaria en la parte inferior de nuestra columna vertebral. Esta se encuentra atrofiada por la pérdida de señales moleculares que de otra forma provocarían que creciera como un brazo o una pierna», afirma la experta.

Con información de elconfidencial.com