Redacción- Japón reanudó la caza comercial de ballenas en medio de las críticas de países que se oponen a esa práctica y de grupos defensores del medio ambiente después de que el país retirara la Comisión Ballenera Internacional (IWC, por sus siglas en inglés).

Ésta es la primera vez que Japón se retira de la IWC en su historia de posguerra. Japón ha cabildeado durante 30 años para la reanudación de la caza comercial de ballenas.

En septiembre pasado, la reunión anual del IWC rechazó la propuesta de Japón de reanudar la caza comercial de ballenas. El gobierno japonés había amenazado con retirarse de la organización internacional.

Japón respetaba desde ese año la moratoria impuesta por la Comisión Ballenera Internacional (IWC), la cual prohibía la caza de estos animales con fines comerciales.

En Tokio se había combatido contra el acuerdo desde el primer momento y finalmente el país anunció su retirada de la organización en septiembre del año pasado, después de que su propuesta de retomar la caza comercial de aquellos cetáceos que ellos consideraban abundantes —como la especie minke, la rorcual Bryde y la rorcual común— fuera desestimada.


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La salida del país se hizo efectiva este domingo y a primera hora del lunes los balleneros se hicieron a la mar, en busca de ejemplares de estas tres familias.

En paralelo a su batalla en los despachos, Japón había iniciado un programa al que se refería como caza científica, una práctica criticada internacionalmente como una tapadera, hasta que el Tribunal de la ONU frenó su actividad en el Antártico en 2014.

Varios buques balleneros estaban listos para zarpar de la ciudad portuaria occidental de Shimonoseki, en la prefectura de Yamaguchi, para empezar la caza de ballena en el Pacífico. En la ciudad norteña de Kushiro, en la prefectura de Hokkaido, cinco embarcaciones planean partir para cazar ballenas en las aguas cercanas.

Japón dice que llevará a cabo la caza comercial de ballenas sólo en sus aguas territoriales y zonas económicas exclusivas, para capturar ballenas Minke y otras especies que tienen grandes números suficientes, dentro de las cuotas establecidas a través del método adoptado por la IWC.

Activistas en defensa del medio ambiente están criticando la reanudación en vista de la conservación de recursos y de la protección de animales.