• Conductor denuncia que policía nunca llegó al lugar

Redacción- Un conductor de autobuses, de una empresa en la zona sur del país, denunció que la mujer que fue detenida este viernes por la policía, lo había agredido horas antes de su captura.

El chofer, por su seguridad, prefirió no ser identificado; sin embargo, aseguró que ya interpuso la denuncia ante el Organismo de Investigación Judicial.

La agresión ocurrió el pasado miércoles en el sector conocido como la antigua Ferretería Palmares, cuando brindaba un servicio entre Pérez Zeledón y Buenos Aires.

Por su parte, la captura de la mujer, de apellidos Sáenz Jiménez, se dio en en Guaycará de Golfito, cuando intentó evadir, caminando, un retén de la Policía de Fronteras.

Según indicaron desde el Ministerio de Seguridad Pública, Sáenz tenía orden de captura por el delito de hurto simple y había sido emitida por el Juzgado Penal de Heredia.


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De acuerdo con el relato del conductor, cuando él hizo la parada en la zona para que dos hombres subieran a la unidad, la mujer se acercó a la ventana y le preguntó cuánto costaba el pasaje, por lo que él le respondió y ella subió.

Al momento en que la mujer sube al bus, solo le dio al hombre ¢700, por lo que él le indicó que eso solamente le cubría una parte del recorrido, a lo que ella aceptó.

«Ella se monta y me da ¢700, ahí yo le digo que le alcanza para ir ‘ahí no más’ y ella me dice ‘sí,sí’, entonces yo digo que la voy a llevar hasta donde le alcance», narra el chofer.

Al llegar al punto hasta donde cubría el pago, el conductor le pide a Sáenz que se baje, sin embargo, ella se niega y le indica que luego le paga.

«Yo detengo el bus y me voy donde está ella para indicarle que hasta ahí le alcanza el pasaje, ella me dice que me paga en Buenos Aires, pero uno como chofer conoce como es la situación», continúa el conductor.

Tras eso, el conductor se va por su teléfono para alertar a la policía, pero antes, para evitar un bochornoso acto para la mujer, le da una segunda oportunidad y es cuando nuevamente se niega a bajar, le pide de vuelta el dinero.

«Yo no le digo nada y me voy para adelante, agarro mi celular para llamar a la Fuerza Pública  y que procedan con ese caso. Antes yo pienso darle una segunda oportunidad para evitar un espectáculo y que venga la policía y la baje. Yo le digo ‘mi amor, yo no sé si usted lo quiere hacer más difícil’ y ella me dice ‘entonces devuélvame los 700 que le di'», cuenta el chofer.

Luego de esa situación, el conductor asegura que no le dijo nada a la mujer, pero ella se levantó de su asiento y le golpeó la cara en dos ocasiones, de hecho afirma estar con dolor de nariz y parte del ojo.

«Ella me dice eso, yo no le digo nada y de un pronto a otro se pone de pie y me mete el primer puñetazo, yo en ningún momento le digo algo, solo la veo que más va a hacer y se me tira otra vez encima, gritándome improperios y sigue agrediéndome», afirma la víctima.

De inmediato, la mujer se bajó tras golpear al hombre, que llamó al 9-1-1 para denunciar los hechos y esperar por una patrulla de Fuerza Pública, que, tras dos llamadas, no llegó.

«Inmediatamente yo tomo la decisión de llamar al 9-1-1 a hacer el reporte y ahí estuve aproximadamente por 40 minutos y, lo que me tiene más indignado, es que nunca llegó la policía. 30 minutos después, vuelvo a hacer la llamada para que ya ni fueran (…) y a preguntar que por qué no llegaban, que ya era mucho rato y me indican que los policías reportaron que habían ido y no habían encontrado ninguna riña», dijo el conductor.

La víctima lamenta que la policía no hubiera llegado antes, pues la mujer prófuga hubiera sido detenida antes, lo que le molesta e indigna.

Detención de Sáenz

La captura de Sáenz se dio en horas de la mañana, cuando intentó escapar de la Policía de Fronteras.

Según dijo el Ministerio Público, la mujer se bajó de un automóvil en el que viajaba para “pasar caminando como una parroquiana más”.

La mujer, que simulaba pedir “ride”, fue esposada y detenida para su posterior traslado hasta las autoridades judiciales correspondientes.

De acuerdo con el informe de las autoridades de la policía administrativa, la mujer, de 30 años, se percató que los oficiales revisaban los carros que pasaban por el lugar y a los pasajeros que viajaban en ellos, por lo que decidió bajarse del auto

Para evadir el control de carreteras se bajó del auto y caminó; sin embargo, los oficiales vieron su actitud sospechosa y la detuvieron.