Redacción-En Estados Unidos, las personas ya no solo hacen filas frente a los establecimientos de primera necesidad, sino que las compras de pánico han hecho que aumente las compras de armas.

Según reportan los medios, no son pocos los que también han decidido comprar armas de fuego, cuya tenencia es un derecho consagrado en la Constitución.

Desde el fin de semana, informes de la prensa local y publicaciones en las redes sociales dan cuenta de colas en algunas tiendas de armamento en un país donde solo en 2019 hubo más tiroteos masivos que días en el año, según datos de la ONG Gun Violence Archive.

David Chipman, asesor principal de políticas del Centro de Leyes de Giffords, una organización que estudia la violencia con armas de fuego en EE.UU., le explica a BBC Mundo que en otras ocasiones excepcionales se han reportado fenómenos similares.

«En EE.UU. estamos acostumbrados a que las crisis incidan en la venta de armas. Generalmente ha pasado en momentos cuando la gente teme que le puedan quitar el derecho a portarlas, como en tiempo de elecciones, pero también en respuesta a desastres como huracanes», le dice a BBC Mundo.

«Forma parte de esa cultura de prepararse para el apocalipsis, para el ataque de los zombies, que está tan enraizada en la mente estadounidense y que es, lógicamente, una sobrerreacción», agrega.

Algunos dueños de tiendas y compañías de venta aseguran que sus transacciones se dispararon desde el mes pasado, cuando los casos de coronavirus comenzaron a crecer en EE.UU.

Datos proporcionados a BBC Mundo por Ammo.com, una empresa de venta de armas y municiones por internet, indican que los ingresos del sitio entre el 23 de febrero hasta el 15 de marzo pasado aumentaron en 309% en comparación con el periodo entre el 1 y el 22 de febrero.

Según la empresa, el 10 de marzo pasado, el día en que los casos confirmados de coronavirus en EE.UU. alcanzaron más de 1.000, las ventas aumentaron de forma «sin precedentes» en un 276%, una tendencia alcista que, dicen, se mantuvo hasta el fin de semana.

Fuente BBC Mundo