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  • El defensor es muy respetado en el fútbol nacional

Redacción – Michael Umaña es muy respetado en el fútbol tico y extranjeros, gracias a su gran calidad en la cancha, que lo ha llevado a jugar en varios países del orbe.

El hombre que clasificó a La Sele a los cuartos de final de Brasil 2014, sigue activo y a sus 37 años, renovó su contrato con el Comunicaciones chapín por un año más.

Ya son más de dos décadas como jugador profesional, ya que debutó en el año de 1999 con la camiseta de Carmelita. Desde ahí, inició una travesía por el deportes rey.

Su carrera lo ha llevado a países como Estados Unidos, Guatemala e Irán, precisamente en esta nación vivió momentos que le ayudaron a crecer como persona y jugador.

Del 2014 al 2016 con el Persépolis FC, que se da el lujo de ser la institución más laureada del país asiático, gracias a que ostentan 12 títulos ligueros.

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La camiseta de este popular club iraní no fue la única que vistió Umaña, debido de agosto del 2017 a enero del 2018 vistió los colores del Club Pars Jonoubi Jam. 

En estos períodos por la nación islámica, el dos veces mundialista con La Sele aprendió de las costumbres, rituales, creencias y todo tipo de actividades que hacen los locales.


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Uno de los episodios que marcaron al tico fue con el Persépolis, que atravesó un mal bache de derrotas y un día antes de una práctica sacrificaron un ovejo.

Michael Umaña conversó con AMPrensa.com y contó con detalles la curiosa anécdota vivida en sus días con el popular conjunto iraní.

«Cuando no se daban los resultados en el equipo, un día en un entrenamiento estábamos todos reunidos para iniciar, vi que venía un señor con una oveja, yo me dije será que nos van a dar oveja o que carajos. 

Será que van a hacer un asado porque ellos comen mucho el ovejo, cuando de pronto vi que el señor comenzó a matar el ovejo, yo le iba a decir señor pero por que hace eso, pero como no hablaba el idioma  no pude.

Entonces ya varios compañeros me empezaron a traducir en inglés y me explicaron  que lo hacían porque sentían malas vibras, que era porque los resultados no se estaban dando, me acuerdo que lo degollaron y los jugadores pasaban y tocaban la sangre.

Se llenaban los zapatos y recuerdo que al final estaba con un compañero brasileño y me dijo tenemos que pasar porque él ya conocía de eso y tuve que pasar por encima de la sangre, me dolió por el «animalito» pero tuve que seguir el protocolo.

Es algo que siempre voy a recordar porque me impactó bastante y es algo que también hacían cuando habían buenos resultados». 

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El futbolista recuerda con cariño su paso en Irán. Umaña ha jugado en el país con Carmelita, Saprissa, Herediano, La Liga, Liberia, Cartaginés y Brujas FC.