(Fotografía con fines ilustrativos)

Redacción- Por noveno año, se realiza la campaña internacional Julio libre de plástico, (Plastic Free July), que inició en Australia y que ahora es un movimiento global. El movimiento «No seas plástico», apoya esta iniciativa e invita a los costarricenses a unirse al reto y rechazar el plástico de un solo uso durante el mes de julio, para luego convertirlo en una forma de vida.

Luis Diego Marín, coordinador regional de Preserve Planet manifestó su gran preocupación por el alto consumo de plástico de un solo uso. «En todo el mundo cada minuto se desechan un millón de botellas plásticas. Más de nueve millones de toneladas de residuos plásticas llegan a los océanos. Una verdadera catástrofe ambiental», dijo.

Aunque los desechos de plástico se producen en la tierra y contaminan la misma, también provocan problemas en el océano. De hecho, se estima que, si se continúa con el mismo ritmo de consumo de plástico de un solo uso, habrá más plástico que peces en el océano para el 2050.

Al respecto Marín manifiesta: “la única opción es rechazar el plástico de un solo uso. El reciclaje, no es una opción, ya que actualmente sólo se alcanza a recuperar con el reciclaje entre 5 y 10% del plástico que se produce a nivel mundial, y lo peor es que paradójicamente éste pareciera estimular su consumo al acallar la conciencia ambiental y darnos la falsa sensación de que “todo esta bien” y bajo control”.

Aunque el problema del desperdicio de plástico es incalculable, las pequeñas acciones pueden tener un gran impacto.


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De acuerdo con Luis Marín, es posible hacer la diferencia al convertirnos en consumidores selectivos. Es decir, en lugar de elegir productos embalados en plástico, preferir siempre opciones amigables con el medio ambiente, de preferencia empaques reutilizables y mejor aún si es en materiales sostenibles como el vidrio, papel o bolsas de tela.

Si compramos café en taza desechable todos los días, podemos llevar un envase reutilizable; utilicemos bolsas de tela para comprar comestibles, o incluso cambiar a jabón o shampoo de barra y descartar el uso del jabón líquido, con esto estaremos disminuyendo de forma muy importante la utilización de envases plásticos que no aportan al producto y solamente provocan más desechos.

Durante esta pandemia, elegir mascarillas reutilizables, también resulta ser una excelente opción para disminuir la cantidad de desechos que llegan a los océanos.

“Este movimiento internacional es una excelente oportunidad para que durante el confinamiento, seamos creativos con la forma de reducir el uso de plástico de un solo uso y compartir ideas con los demás.

La llamada a la acción es simple. RECHACE el plástico de un solo uso”, comenta Luis Diego Marín de Preserve Planet en Costa Rica.

Bolsas plásticas, un depredador peligroso para el planeta Asimismo, en el marco de este mes libre de plástico, el 3 de julio se celebró el Día Internacional Libre de bolsas plásticas, para concienciar sobre la necesidad de reducción de las bolsas de un solo uso y fomentar el consumo responsable.

Las bolsas de plástico tardan más de 500 años en descomponerse. Se estima que cada persona gasta una media de unas 230 bolsas de plástico al año, lo que representa más de 5 billones de bolsas de plástico en el mundo.

Al no ser recicladas, las bolsas quedan en el planeta perjudicando a todos los seres vivos y
sus respectivos hábitats. A los océanos llegan cerca de 12 millones de toneladas de plásticos cada año.

Uno de cada seis peces que se venden en las pescaderías contiene microplásticos en sus estómagos. El plástico ya ha entrado en la cadena alimenticia, por lo que regresa al lugar de donde vino: el ser humano.

10 minutos de uso, 500 años para descomponerse. La bolsa de plástico es un objeto cotidiano utilizado a gran escala para contener y transportar mercaderías, que no tiene una utilidad práctica de más de 10 minutos, sin embargo para su fabricación se emplean muchísimos recursos y su desecho produce gran impacto.

Aunque sean prácticas, livianas y baratas, están fabricadas con polietileno o polipropileno, ambos derivados del petróleo, una fuente de energía no renovable. Así, además de colaborar al agotamiento de este recurso, potenciamos la enorme contaminación que origina su obtención, transporte y transformación en plástico.

Se ha lo grado establecer que aún “adecuadamente” dispuesto en un botadero, los microplásticos generan etileno y metano, gases de efecto invernadero aún más potentes
que el mismo CO2 que por supuesto van a contribuir negativamente con el calentamiento global.

“Hacemos uso de los recursos como si fueran inagotables. La economía lineal ha generado un desastre ambiental y es momento de cambiar el esquema. Tomemos la iniciativa con un cambio de hábitos, no usemos más bolsas”, expresa Luis Diego Marín.

Recuerda que solo si actuamos individualmente con responsabilidad podemos crear un cambio global. Haz todo lo que puedas dentro de tu ámbito. Desde tu hogar puedes hacer mucho por reducir el consumo de plástico:

– No uses pajillas, bebe del vaso o utiliza una pajilla reutilizable.
– Cuando vayas a comprar, lleva bolsas de tela u otros materiales reutilizables.
– Compra productos a granel, evitando así el exceso de envasado.
– Intenta evitar productos envasados en plástico, si puedes elegir llevar el mismo producto envasado en aluminio o en vidrio.

– Usa botellas retornables de vidrio y vasos reutilizables.
– No caigas en la trampa de los “BIO”plásticos o plásticos “compostables”, realmente no lo son en el medio ambiente, sino solamente en instalaciones industriales, bajo condiciones específicas de las que existen muy pocas en el mundo y exclusivamente en países desarrollados.
– No utilices platos, cubiertos, ni vasos desechables.