Redacción.   Una caída en la producción nacional del 5%, la más profunda de los últimos 40 años, es una de las proyecciones que adelantói el Banco Central para el cierre del año, al dar a conocer el Programa Macroeconómico,  actualizado para el segundo semestre.

La crisis sanitaria de la pandemia por el COVID-19 impactó significativamente la actividad económica mundial durante el primer semestre del 2020, por dos vías.

Por un lado, la oferta fue directamente afectada por las medidas tomadas por los gobiernos de los distintos países para tratar de contener la pandemia.


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Por otro, la pérdida de ingresos para empresas y hogares provocada por las medidas sanitarias y la incertidumbre de los consumidores y empresarios sobre la magnitud y duración de la crisis, han generado un choque negativo sobre la demanda agregada global.

La magnitud del impacto de esta crisis sobre los distintos países ha sido heterogénea, en reflejo de factores como la posición de cada país en el ciclo de la pandemia, la intensidad y éxito de las medidas aplicadas, la estructura económica y su exposición a sectores particularmente afectados, como el turismo.

Por último, se proyecta que para lo que resta del 2020 y en el 2021, la inflación, tanto general como subyacente, se mantendría por debajo del límite inferior del rango de tolerancia definido para la meta de inflación (2%-4%).