Redacción. Las cifras fiscales son muy preocupantes para el cierre del 2020, la caída en la recaudación provocada por el Covid-19 dejará un déficit financiero del 9,3% del Producto Interno Bruto y la deuda del Gobierno Central alcanzará 70,2% del Producto Interno Bruto.
De acuerdo con el ministro de Hacienda, Elían Villegas, los efectos de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas y otras medidas de índole administrativo permitirán que a febrero de 2020 el balance primario del Gobierno Central mostrara una mejora de 0,4 puntos porcentuales (p.p.) del Producto Interno Bruto (PIB).
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Esto se explica por una combinación entre una mayor recaudación de impuestos y una reducción del gasto. En el caso de los ingresos, estos aumentaron 0,2 p.p. del PIB gracias al desempeño del impuesto al valor agregado.
Sin embargo, la crisis del COVID-19 significó un duro golpe para la economía y consecuentemente sobre la dinámica de las finanzas públicas.
En este contexto, el déficit financiero y la deuda pública mostrarían un
deterioro con respecto a lo previamente estimado.
Para 2020 y 2021 se proyecta un déficit fiscal de 9,3% del PIB y de 8,1% del PIB, respectivamente, esto representa una desmejora de 2,8 p.p. y 1,2 p.p. del PIB con respecto a lo estimado en setiembre de 2019.
De estas cifras, una buena parte corresponde al pago de intereses sobre la deuda, que
ascienden a 5,2% en 2020 y 5,6% en 2021, consecuencia del alto nivel de deuda que
mantiene el país, el cual se estima en 70,2% y 76,6% del PIB para cada año,
respectivamente.