Iniciativa es protagonista en otros países del mundo. (Foto ilustrativa tomada de Infobae)
  • Funcionaria dura 1 hora y 30 minutos tejiendo un pulpito

Redacción – Pulpitos tejidos son los fieles compañeros de los bebés prematuros en el hospital de Osa, los cuales les dan tranquilidad, seguridad y hasta hacen que se recuperen pronto.

El Hospital Tomás Casas Casajús utiliza esta modalidad que simulan la conexión del cordón umbilical entre el bebé y la madre, la cual inició en el frío de Dinamarca en el 2013 y viajó hasta el calor de la zona sur del país.

«Los pulpos les dan tranquilidad, seguridad, ellos sienten la compañía y los tentáculos asemejan al cordón umbilical… juegan y se siente seguros y tranquilos, los signos vitales se mantienen estables», indicó la enfermera del servicio de Maternidad, Priscila Martínez.

Bebés con pulpitos en el hospital de Osa. Foto: CCSS
Bebé con pulpitos en el hospital de Osa. Foto: CCSS

Según Martínez, esta técnica inició en diciembre 2019, en el servicio de Neonatos del hospital, donde se mantienen internados bebés en incubadoras por prematuridad o alguna complicación a la hora de nacer.

Todos los pulpos son esterilizados para que puedan permanecer con los menores.

«Es un pulpo tejido que se esteriliza y se obsequia a los bebés para que se mantengan acompañados. Esto contribuye al desarrollo psicomotor y estimulación temprana, además disminuye la ansiedad durante su estancia y genera fortalecimiento de sus capacidades psicoemocionales para el futuro», agregó la enfermera.

La enfermera obstetra de este hospital, Adriana Hernández, comentó que las mamás se ponen muy contentas porque pueden tener ratos para descansar y dejan al bebé tranquilo con el pulpito.

«En cuanto al beneficio para el bebé, se recuperan muy rápido, hay chiquitos que en dos días se recuperan, lloran menos, succionan más al sentirse acompañados, tienen más tranquilidad. Hay otros bebés que tardan más días porque están con fototerapia, pero por lo general son chiquitos que se recuperan muy bien», dijo.


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Pulpitos son tejidos y donados por funcionaria

Los pulpitos se tejen en Ciudad Cortés, en las manos de Elba Rosa Monge, asistente dental del área de salud de Osa y madre de la enfermera Priscila Martínez.

Ella aprendió a tejer desde joven y, en su tiempo libre, se dedica a confeccionar estos pulpitos, pero antes se puso a estudiar, leer y observar vídeos de las características del pulpo, materiales y dimensiones.

«No es cualquier pulpito, la lana tiene que ser especial 100% algodón, se rellena de guata porque tiene un proceso de esterilización y debe aguantar… La cabecita tiene que medir entre 7 y 9 centímetros, y los tentáculos extendidos tienen que medir entre 16 y 22 centímetros, entre ese estándar tienen que para que no pesen tanto y sean seguros para los bebés», explicó la creadora.

Elba Rosa, creadora de los pulpitos y gorritos. Foto: CCSS

Cada pulpito le toma 1 hora y 30 minutos tejer uno y ya ha confeccionado unos 35.

Ella misma es quien compra los materiales para confeccionarlos y donarlos. Además, afirma que se siente muy feliz porque estos pulpitos estarán acompañado a los bebés para que pronto puedan estar con su mamá.

Además, también teje gorritos decorados que se empezaron a entregar hace poco más de un mes para protegerlos del frío del aire acondicionado las 24 horas.

Los materiales para estos gorritos son donados por el personal de enfermería. Incluso, algunas enfermeras han mostrado interés en aprender a tejer.