Redacción- La pandemia sigue cobrando miles de vidas cada día. En Costa Rica ya han fallecido hasta este miércoles, 443 personas a causa del Covid-19: 172 mujeres y 271 hombres, con un rango de edad de 19 a 100 años.
Tal es el caso de un tico llamado Pablo, que producto de un cambio de vida se fue a vivir a México y murió en ese país tras complicaciones en su cuerpo por el virus. Pablo luchó por su vida durante 20 largos días pero perdió la batalla.
Pese a que falleció en otro país, la familia señala que su corazón es tico y descansará en sus playas como siempre quiso pues fue una de las últimas imágenes que se llevó en su mente para tranquilizarse.
Su esposa comunicó a familiares y amigos el lamentable deceso de este tico viviendo en el extranjero con un emotivo mensaje:
«Con profunda pena en mi alma les comunico que mi amado esposo ha fallecido ayer por la mañana victima de Covid.
Agradezco inmensamente a todas las personas que han estado ayudándome directa e indirectamente a llevar este proceso desde el inicio fueron 20 largos días de luchar por su vida.
Hoy descansa en paz su cuerpo del dolor y de todo sufrimiento emocional.
Deja atrás, todo para continuar en la vida que se ofrece al dejar este plano. Nos quedamos en vida, cuatro hijos, padres, hermanos, familia, grandes entrañables amistades de ambos países Costa Rica y México, que lo aman y yo su esposa. Mi corazón esta destrozado.
Siempre se sintió bendecido por recibir el amor de este país que lo adopto como un mexicano mas. Pero su corazón tico, descansará en sus playas como siempre quiso. Esta fue una de las ultimas imágenes que se llevo en su mente para tranquilizarse.
Extrañare sus besos y sus caricias, sus palabras de amor y atenciones con tanta dedicación y detalle. Un hombre de paciencia infinita, de entrega y dedicación, de un corazón que no cabía en su pecho, solo veía como hacer el bien, de una necedad férrea para sacar trabajo adelante. Dio todo, y mas. Mi mejor amigo, mi amado esposo Lo amo y solo puedo llevar conmigo, cada uno de todos los instantes maravillosos que pasamos juntos. Disfrutamos y dijimos todo lo necesario.
Prometí celebrar su vida, y no llorar su muerte, porque el amor se demuestra en vida, para no tener que llorar por lo que se pudo haber hecho. Yo estoy en paz con el. Nos alcanzamos a despedir brevemente antes de intubarlo. Y siempre nos dijimos todo lo debíamos decir, he hicimos todo el uno por el otro para jamás dolernos por no haber dicho o hecho suficiente. Yo estoy en paz con el.
Donde ya intentamos todo, solo me resta dar Gracias»